Después de un mes de inactividad, a Harry le está pasando todo de repente: es atacado por dementores, tiene que usar magia para deshacerse de ellos, la señora Figg es una squib y está en contacto con Dumbledore, y ella y otros han recibido el encargo de vigilarle sin que él lo sepa.
Harry está en shock y no termina de concebirlo todo, afortunadamente, porque cuando haya tenido tiempo de reflexionar se dará cuenta de que ha tenido magos cerca todo el tiempo y nadie le ha dicho ni pío, con el consiguiente cabreo. Por suerte ahora es capaz de centrarse en lo importante, que es ponerse a salvo a sí mismo y a Dudley, mientras avisan a Dumbledore para que se ocupe de los trámites.
Harry trata de escabullirse mientras los Dursley se ponen como locos al ver a su hijo en ese estado, pero Dudley piensa que su primo ha sido el causante y Harry se ve obligado a explicarse. En todo caso, antes de que pueda decir mucho recibe una notificación informándole de que ha sido expulsado de Hogwarts, bombazo donde los haya.
Está claro que es una maniobra de desprestigio de Fudge, pues Harry no tendría motivo alguno para invocar un patronus si no es para defenderse de un dementor, y en todo caso no pueden expulsar a un alumno de Hogwarts de manera independiente a la escuela y sin comprobar primero los cargos. Dumbledore acude al Ministerio para arreglar la situación, y Arthur se asegura de mandarle una carta a Harry para que no haga ninguna tontería.
Y menos mal, porque al saber que iban a destruir su varita Harry ya estaba pensando en darse el piro. Al recibir la carta de Arthur se calma, y aunque le molesta la condescendencia con la que cree que le están tratando, acepta contarles a los Dursley la información que quieren oír, sin tapujos, porque ya para qué. Aunque ellos no quieren ni oír hablar de magia, están dispuestos a escuchar a su sobrino para saber lo que le pasa a Dudley, y eso ya es algo.
Es rarísimo ver a Harry y a los Dursley hablando con libertad de asuntos mágicos, y tal situación despierta los recuerdos latentes de Petunia de cuando vivía con su hermana, para su horror, pues no quiere volver a ellos bajo ningún concepto. Pero no va a tener más remedio.
Mientras hablan, el Ministerio envía una rectificación, aceptando revisar todos los cargos en una vista disciplinaria, seguido de una nota de Sirius en la que le recuerda otra vez que se quede en casa. Probablemente no sepa que ya se lo han dicho varias veces, pero que le repitan lo mismo una y otra vez sin explicarle nada de lo que está pasando ya le está empezando a tocar las narices a Harry.
Aunque para enfadado Vernon, que no está dispuesto a tener a Harry en su casa si con eso va a poner en peligro a su mujer y a su hijo. Es comprensible hasta cierto punto, no por ello menos egoísta, pero afortunadamente Dumbledore contó con que eso podría ocurrir y envió a Petunia un vociferador para recordarle la promesa que hizo al acoger a su sobrino. Ella no quiere abrirlo, no delante de Harry, pero lo poco que se escapa es suficiente para que recuerde el peligro que corre su sobrino si sale de casa.
Ahora Harry al fin tiene tiempo para estar solo, pero quizás tenga demasiadas cosas en qué pensar.
Observaciones y curiosidades:
- El título del capítulo hace referencia al momento en el que Vernon quiere decir "bandada" y dice "bananada". En el original dice "peck" en vez de "pack", que es la palabra inglesa para "bandada". El título del capítulo original dice "peck" para hacer referencia al error, pero en la traducción esto se pasó por alto.
- Al parecer, cuando fue atacado por los dementores Dudley se vio a sí mismo como el abusón y matón que es, y eso le inspiró a cambiar, o eso dice Rowling al menos. Con lo poco que se ve de Dudley a partir de aquí cualquiera sabe.
- La lechuza con la que envía Arthur su mensaje no es Errol, como muchos piensan, porque Arthur debía estar entonces en el Ministerio. Probablemente allí tengan su propio servicio de lechuzas.
- Petunia no oyó lo de los dementores de James, como asume Harry, sino de Snape. Para ser justos, absolutamente nadie vio venir esa posibilidad.
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