¿Qué es esto?

Soy un fan español de Harry Potter que quiere hacer un análisis completo de toda la saga del chico de la cicatriz, intentando destacar temas recurrentes, elementos que reaparecerán más adelante o que han aparecido después y cambios producidos en la traducción española de la saga (que no son pocos), además de curiosidades varias, para así algún día llegar a una perspectiva total de todo el universo Potter.

Cada lunes o martes habrá un post nuevo de cada capítulo de la saga analizándolo al detalle, y cuando acabe uno de los libros se hará un análisis de la película correspondiente, también habrá reseñas de la saga de Animales Fantásticos cuando vayan saliendo, así como del libro de El Legado Maldito al terminar la saga.

Asimismo, la primera semana de cada mes postearé una traducción personal de alguno de los textos que Rowling publicó en Pottermore y que ahora han quedado tristemente inaccesibles para los fans que no sepan inglés con la nueva versión. además de algunas aclaraciones sobre juegos de palabras, localizaciones, etc., y curiosidades que a lo mejor no sabíais.

Huelga decir que habrá spoilers a mansalva; si queda alguien en este planeta que no sepa las sorpresas típicos de la serie y no quiera saberlas que no se meta aquí. Queda avisado.

Cualquier comentario o sugerencia es bienvenido; ¡dejad vuestras impresiones tras leer!

lunes, 28 de enero de 2019

Capítulo 19: La cierva plateada

En el capítulo 19 de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, el plan de Dumbledore al fin se pone en marcha, y nuestros héroes al fin consiguen avances.

¿Cuántas veces se ha preguntado Harry por las intenciones de Dumbledore para él y para los demás, y qué era lo que pensaba de ellos? Ahora cree que no le quería, que no se molestó en decirle nada más que lo indispensable, y tiene razón en eso último, pero si algo queda claro en este capítulo es que Dumbledore conoce muy bien a sus aliados y sabe cómo actuarán en determinadas circunstancias.

Desde un principio hizo que Snape guardara la espada de Gryffindor en secreto, y que se la pasara a Harry sin ser reconocido mediante un acto de gran valía. El problema es que el trío se ha ocultado tan bien que Snape ha tardado meses en localizarles; cuando finalmente cometen un descuido, aprovecha para cumplir su misión lo antes posible.

El porqué supuso Snape que su patronus atraería a Harry hacia donde había escondido la espada es algo que no puedo deducir. Es posible que, sabiendo que Lily usaba el mismo patronus, creyese que Harry también tenía esa información; puede que pensara que bastaba con una demostración de magia no maligna para llamar su atención. En cualquier caso, su plan tuvo éxito.

Por otra parte, su idea de que Harry se sumerja en una charca helada para recoger la espada me da un repelús inimaginable. Puedo ponerme en su pellejo en esa situación y ya me da algo sólo de pensarlo. Aún peor, lo que debía ser sumergirse sin más se convierte en un peligro mortal por culpa del dichoso guardapelo. ¡Qué manía de llevarlo colgando!

Por suerte, Ron consigue volver en ese momento, y le salva la vida a Harry. No sé si Dumbledore planeó que volviera en ese momento preciso (lo dudo mucho), pero está claro que hay algo de providencial en que los dos amigos vuelvan a juntarse en ese preciso momento. Harry parece entenderlo así, porque decide con firmeza que debe ser Ron quien destruya el guardapelo.

Aquí es donde llegamos al culmen del desarrollo de Ron. Desde un principio, él siempre se ha sentido como un segundón, incapaz de destacar en nada, ya sea en su familia o entre su grupo de amigos. Según ha ido avanzando la saga, Ron ha realizado grandes cosas y ha demostrado su valía, pero aún mantiene ese complejo de inferioridad, que le bloquea en los peores momentos. El guardapelo, para salvarse, le pone frente a esos complejos, ante la posibilidad de que sus peores temores sean ciertos, que su madre le quiera menos que a sus hermanos y que la chica que le gusta prefiera a su mejor amigo.

Y, con todo eso en su cara, Ron es capaz de sobreponerse y acabar con el horrocrux, demostrando que no es ningún segundón, y que está dispuesto a dejar de creerse inferior a los demás. La afirmación de Harry de que los actos heroicos quedan mejor contados que protagonizados (que, él bien lo sabe, es totalmente cierta) asienta esta nueva mentalidad positiva de Ron. Observad que en ningún punto se asusta o duda en su discusión con Hermione, sino que se mantiene firme y cuenta su versión sin tapujos.

Y menos mal, porque Hermione está muy furiosa con Ron. Tiene sus motivos, pero la verdad es que me cuesta ponerme de su parte cuando tanto Ron como Harry lo están llevando todo con mucho más aplomo. En cualquier caso, nuestro trío al fin se ha juntado de nuevo, y están avanzando en su misión, con el conocimiento de que les apoya alguien, aunque no sepan quién.

¿Qué pasará ahora?

Observaciones y curiosidades:
  • El anillo resquebrajado con el que sueña Harry debe ser el de Sorvolo.
  • Por supuesto, los pasos y voces que oyeron Harry y Hermione por la noche eran los de Ron. El chivatoscopio no se activó porque no es un enemigo.
  • Observad que Hermione le dice a Harry dónde están mientras tiene el bolso abierto. Fue así como Phineas Nigellus se enteró de su localización y se lo hizo saber a Snape, que puso en marcha su plan.
  • Las características de los de Gryffindor que Harry recuerda provienen de la primera canción que le oímos al Sombrero Seleccionador, en La Piedra Filosofal.
  • Me da por pensar en cuándo se fue Snape, porque está claro que querría asegurarse de que Harry consiguiera la espada. Conociéndole, es probable que disfrutara viéndole meterse en una charca helada.

lunes, 21 de enero de 2019

Capítulo 18: Vida y mentiras de Albus Dumbledore

En el capítulo 18 de Harry Potter y las Reliquias de su Muerte, Harry busca respuestas en el libro de Rita Skeeter, pero no son precisamente las que esperaba.

Harry está machacado. La única pista que parecía quedarle sólo le ha dado más dolor físico y emocional, le ha entregado a su enemigo la pista que necesitaba y el precio ha sido alto; su varita ha quedado inutilizada.

Desde su anterior encuentro con Voldemort en la salida de Privet Drive, Harry se había aferrado en parte a la acción que su varita cometió por su cuenta, a que su némesis no podía atacarle directamente debido a los núcleos gemelos, al igual que se había aferrado al Valle de Godric como el lugar al que acudir cuando nada más funcionara. Ahora no le queda nada, y nunca se ha sentido más necesitado.

Probablemente no estuviera en las mejores condiciones para leer el libro de Skeeter, pero si Hermione no hubiera querido enseñárselo habría sido peor. En cualquier caso, Harry está decidido a averiguar aquello que el director no quería que supiera, y saber al fin quién es el ladrón misterioso. Resulta todo un tanto morboso, con una especie de deseo enfermizo de conocer la intimidad del director cuando él no tuvo a bien contárselo todo en vida.

Y menuda respuesta encuentra: el ladrón es nada menos que el mago tenebroso Grindelwald, que además compartió vecindario con Dumbledore durante unos meses, y los dos formaron una fuerte amistad, quizás algo más. La relación entre Dumbledore y Grindelwald ha dado mucho de qué hablar desde este capítulo, y es una parte central de la saga de Animales fantásticos. Yo me quiero centrar en la influencia que el futuro mago tenebroso pareció ejercer sobre el joven prodigio que llegaría a ser el paragón de la bondad para muchos.

¿Cuánto de lo que menciona en su carta pensaba Dumbledore antes de conocer a Grindelwald? ¿Encontró en él a alguien en quien confiar sus verdaderos pensamientos o, por el contrario, le ocultaba sus verdaderas opiniones para no alejar a la persona de quien se había prendado? Que cada uno saque sus conclusiones. La cuestión es que Dumbledore, cuando tenía la edad que Harry tiene ahora, estaba dejando a un lado sus obligaciones morales para perseguir objetivos no tan diferentes de los de Voldemort.

Por supuesto, Harry no da crédito; que la persona en quien tanto ha confiado tuviera alguna vez esos pensamientos le hace dudar de todo lo que sabe de él. Hermione es más sabia e imparcial, y concluye que Dumbledore debió cambiar con la madurez, y lo que pensara hace tantos años no resta a todas las cosas buenas que hizo después. Tiene razón, por supuesto, pero Harry no está dispuesto a perdonarle tan fácilmente.

En realidad, lo que a Harry le molesta es que Dumbledore, tan misterioso y extraño como fue siempre, le diese a entender que le quería como un hijo o nieto, y a pesar de eso le haya dejado a su suerte en una misión casi imposible con muy pocos datos, mientras que parece ser que encontró mayor afinidad con un futuro mago tenebroso, quién sabe si también con Voldemort.

Si ya estaba deprimido, la lectura no ha ayudado a que Harry se sienta mejor. Va siendo hora de que vuelva cierto pelirrojo a mejorar las cosas.

lunes, 14 de enero de 2019

Capítulo 17: El secreto de Bathilda

En el capítulo 17 de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, las cosas no han terminado de ponerse peor. Ni por asomo.

Dejamos a Harry el año pasado ante la tumba de sus padres, consciente de la realidad de que sus cuerpos reposan allí, que a pesar de todos los recuerdos y el amor que le han dejado, sus restos físicos tendrán que perecen como los de todos. No es una lección bonita, pero es una que todos debemos aprender alguna vez en nuestra vida.

Esa lección se afianza cuando pasan por la casa en la que vivió con ellos antes del ataque, y que ha sido conservada en el estado en que quedó aquella noche. Harry no intenta entrar, ni se imagina cómo pudo ser; simplemente trata de tocar la valla, conformándose con sentir un poco de lo que fue su hogar. Seguramente le sería demasiado doloroso entrar.

Por suerte, los mensajes de ánimo escritos en el letrero le ayudan a entender que no está solo, que mucha gente le apoya y, incluso ahora que nadie sabe qué está haciendo y él tampoco sabe qué hacer, muchos confían en él y creen que lo conseguirá. Es algo muy bonito. Entonces aparece Nagini.

Cabe preguntarse por qué ordenó Voldemort a Nagini que esperara a Harry en el Valle de Godric y no a alguno de sus mortífagos más leales; probablemente no confía en ninguno de sus sirvientes tanto como en Nagini, pero las habilidades de la serpiente para hacerse pasar por humana son bastante malas; de no ser porque Bathilda estaba supuestamente senil habría sido muy obvio.

Harry, emocionado por la posibilidad de conseguir la espada de Gryffindor, no presta atención a las señales, y Hermione no parece atreverse a contradecir a su amigo, un gran error. Nagini consigue quedarse sola con Harry y contacta con su señor, que le ordena retenerlo. A partir de ahí todo se complica.

Harry se salva de la asfixia gracias a Hermione y los dos huyen, pero la llegada de Voldemort hace que tres de sus horrocruxes estén cerca del alma original al mismo tiempo, provocando una reacción sorprendente: Harry se mete tanto en la mente de Voldemort que durante unos momentos está plenamente convencido de ser él, de pensar lo que él está pensando. ¿Y en qué está pensando?

Pues, al volver al lugar en el que lo perdió todo, en el que saboreó aquello tan temido para él, la muerte, el tirano, enfurecido por el nuevo fracaso, recuerda los eventos de aquella noche fatídica, cómo se acercó a la casa de los Potter, mató a James, mató a Lily después de algunos esfuerzos por perdonarle la vida, y sufrió lo indecible tras intentar matar al pequeño Harry. Una historia ya conocida con un giro de lo más aterrador.

Después del día que ha tenido Harry, ver en primera persona cómo el asesino de sus padres recuerda haberlos matado no es precisamente la mejor forma de terminarlo, así que es curioso apreciar que Harry se preocupa más de que Voldemort haya encontrado una pista sobre el ladrón misterioso. Puede que no haya llegado a asimilar completamente lo que ha visto, y casi mejor, porque ya tiene bastantes problemas de por sí.

La unión de horrocruxes le ha dejado en agonía durante varias horas, y el guardapelo se ha calentado tanto que ha dejado una marca en su pecho. Imaginaos si Voldemort lo hubiera visto. Pero lo peor de todo es que la fiel varita de Harry se ha partido, incapaz de ser arreglada con medios convencionales, y no hay forma de conseguir una nueva.

Las cosas ya no pueden ponerse peor.

Observaciones y curiosidades:
  • Es probable que, además de con sus sentidos de serpiente, Nagini localizara a Harry por ser ambos un horrocrux, además del que lleva Harry al cuello. Que el guardapelo esté pulsando y que Nagini no parezca registrar la presencia de Hermione dan pábulo a esta interpretación.
  • En el original, Nagini no repite "prepárate", sino "retenlo", las instrucciones que Voldemort le ha dado. 
  • Al mencionar a Ron y la vez que su varita se partió, Hermione activó sin saberlo el desiluminador, permitiendo que el pelirrojo pudiera llegar hasta donde se encontraban.

miércoles, 9 de enero de 2019

Sala común de Hufflepuff

Volvemos después de las vacaciones con el texto de Rowling sobre la sala común de Hufflepuff, la única que no visitamos durante la saga. ¿Cómo será?

"A la sala común de Hufflepuff se entra por el mismo pasillo que a las cocinas de Hogwarts. Prosiguiendo tras el gran bodegón que forma la entrada a esta última se pueden encontrar unos grandes barriles apilados en la parte derecha del pasillo. El segundo barril desde abajo se abrirá si se toca en el ritmo de Helga Hufflepuff*1*. Como sistema de seguridad para los que no sean de Hufflepuff, tocar el barril equivocado o el número incorrecto de veces resultará en que uno de los otros barriles se abra, cubriendo al intruso de vinagre.

Un pasadizo arenoso dentro del barril sube en una pequeña cuesta hasta revelar una acogedora habitación redonda de techo bajo, similar a la guarida de un tejón. La habitación está decorada con los alegres colores del negro y el amarillo, como los de la abeja, enfatizados por el uso de madera muy pulida y de color miel para las mesas y las puertas redondas que llevan a los dormitorios de las chicas y los chicos (amueblados con cómodos bastidores en las camas, todos cubiertos de mantas de patchwork).

Una colorida profusión de plantas y flores parece deleitar la atmósfera de la sala común de Hufflepuff: varios cactus dispuestos en estanterías circulares de madera (curvadas para encajar en las paredes), muchos de ellos saludando y bailando cuando alguien pasa por su lado, mientras que unos portaplantas con fondo de bronce que cuelgan del techo hacen que hilos de enredaderas y helechos te rocen el pelo si pasas por debajo.

Un retrato sobre la repisa de madera de la chimenea (tallado por todas partes con tejones bailarines decorativos) muestra a Helga Hufflepuff, una de los cuatro fundadores de la escuela, brindando hacia sus estudiantes con una pequeña copa de dos asas.*2* Una ventanas pequeñas y redondas justo al nivel del suelo del castillo muestran unas vistas agradables de la hierba y los dientes de león, y ocasionalmente pies que van de un lado a otro. Teniendo en cuenta estas vistas bajas, la sala parece estar soleada de forma perenne."

Pensamientos de J.K. Rowling

"Cuando planeé la serie en un principio, esperaba que Harry llegara a visitar las salas comunes de las cuatro casas durante su tiempo en Hogwarts. Llegó un punto en el que me di cuenta de que nunca iba a existir una razón válida para entrar en la sala de Hufflepuff. Aun así, para mí es tan real como las otras tres, y siempre sabía exactamente adónde iban los de Hufflepuff cuando se dirigían hacia las cocinas después de las clases."

*1* (Nota de la autora) La complejidad o falta de esta de la entrada a las salas comunes podría dar una idea aproximada de la reputación intelectual de cada casa: Hufflepuff tiene un portal que no cambia y que requiere un toque rítmico; Slytherin y Gryffindor tienen portales que desafían por igual a todos los que aspiran a entrar, el primero con una entrada oculta casi imperceptible y una contraseña variada, y el segundo con una guardiana caprichosa y contraseñas que cambian frecuentemente. Manteniendo su reputación como la casa con las mentes más ágiles de Hogwarts, la puerta a la sala común de Ravenclaw presenta un nuevo desafío intelectual o filosófico cada vez que una persona llama.

Aun así, no hay que concluir de esto que los Hufflepuffs sean tontos o zoquetes, aunque en ocasiones se les ha caracterizado así de manera cruel. Varios cerebros sobresalientes han emergido de la casa de Hufflepuff a lo largo de los siglos; es simplemente que estas buenas mentes estuvieron aliadas con las sobresalientes cualidades de la paciencia, con una fuerte ética de trabajo y con la constancia, todas marcas tradicionales de la casa de Hufflepuff.

*2* Esta copa debe de ser la que Voldemort convirtió en un horrocrux; recordemos que se la robó a Hepzibah Smith, quien afirmaba ser descendiente de Helga Hufflepuff.

La semana que viene proseguiremos con las reseñas de Las Reliquias de la Muerte. ¡Nos vemos!