¿Qué es esto?

Soy un fan español de Harry Potter que quiere hacer un análisis completo de toda la saga del chico de la cicatriz, intentando destacar temas recurrentes, elementos que reaparecerán más adelante o que han aparecido después y cambios producidos en la traducción española de la saga (que no son pocos), además de curiosidades varias, para así algún día llegar a una perspectiva total de todo el universo Potter.

Cada lunes o martes habrá un post nuevo de cada capítulo de la saga analizándolo al detalle, y cuando acabe uno de los libros se hará un análisis de la película correspondiente, también habrá reseñas de la saga de Animales Fantásticos cuando vayan saliendo, así como del libro de El Legado Maldito al terminar la saga.

Asimismo, la primera semana de cada mes postearé una traducción personal de alguno de los textos que Rowling publicó en Pottermore y que ahora han quedado tristemente inaccesibles para los fans que no sepan inglés con la nueva versión. además de algunas aclaraciones sobre juegos de palabras, localizaciones, etc., y curiosidades que a lo mejor no sabíais.

Huelga decir que habrá spoilers a mansalva; si queda alguien en este planeta que no sepa las sorpresas típicos de la serie y no quiera saberlas que no se meta aquí. Queda avisado.

Cualquier comentario o sugerencia es bienvenido; ¡dejad vuestras impresiones tras leer!

lunes, 27 de agosto de 2018

Capítulo 2: In Memoriam

En el segundo capítulo de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Harry se prepara para su viaje final, mientras recuerda a Dumbledore.

¿Quién era Albus Dumbledore? Esta es la pregunta que nos hacemos los lectores al mismo tiempo que se la hace Harry y buena parte del mundo mágico. La muerte del director lleva a sus amigos y conocidos a evaluar sus experiencias con él, muy diversas, y las de Harry entran en paralelo con las de los lectores.

Es indiscutible que Dumbledore es el arquetipo de hechicero sabio, del que Merlín es el máximo exponente, y que tiene en otros personajes como Gandalf ejemplos más recientes. Anciano, con barba larga y blanca, con ropas de mago clásico, y de gran sabiduría, es el personaje al que todos los héroes admiran y cuyo consejo todos buscan, y al que los malvados temen y desean eliminar antes incluso que al héroe.

Pero, como queda claro en este capítulo, Dumbledore no es un arquetipo, sino una persona, con un pasado y experiencias buenas y malas durante su vida. Durante este libro Harry deberá darse cuenta de que el hombre al que admiraba no siempre fue como le conoció, y eso no le hace menos sabio ni bondadoso, sino más humano.

A Harry le cuesta imaginarse a un Dumbledore joven, y a mí también. Sus pensamientos me hicieron recordar la vez que mencionó tener un hermano en El Cáliz de Fuego, lo que me hizo dar vueltas la cabeza en mi primera lectura por lo que eso conllevaba; Dumbledore era un sabio y anciano profesor, que tuviera algo tan mundano como un hermano significaría que en realidad era una persona normal con una vida, y eso resultaba inconcebible.

Otros, como Elphias Doge, le conocieron a lo largo de su vida, y por tanto pueden ofrecer una perspectiva más personal y realista de sus años de juventud, aunque está falta de detalles que sólo unos pocos conocen, y su visión quizá esté empañada por el dolor de haber perdido a su amigo y por la admiración que claramente le profesaba.

Por el otro lado, tenemos a la infame Rita Skeeter, que está aprovechando la ocasión para ganar dinero con los trapos sucios de Dumbledore. Ella sólo le ha conocido en unas pocas ocasiones, y claramente no tiene intención de dejar bien al director en su biografía, pero al menos se está tomando la molestia de investigar lo que escribe, y, como veremos, buena parte de lo que cuenta es cierto (si bien está pasado por su típico filtro).

Harry no duda en tacharla de mentirosa (y tiene sus motivos), pero se ve obligado a reconocer que no conocía a Dumbledore tan bien como pensaba, y eso le hace dudar sobre si realmente sabía lo que el director opinaba de él y de sus posibilidades contra Voldemort, además de empezar a dudar de cuánto de cierto hay en lo que le ha contado.

Tendrá que reconciliar al Dumbledore de sus recuerdos con la persona real si quiere triunfar en su misión.

Observaciones y curiosidades:
  • Efectivamente, la taza de té que hay frente a la puerta es cosa de Dudley, aunque con intenciones más amistosas de lo que Harry supone.
  • El ojo azul que Harry ve por un momento en el espejo es el de Aberforth, que tiene la otra mitad del espejo. Harry lo verá de nuevo varias veces en los siguientes capítulos.

lunes, 6 de agosto de 2018

Capítulo 1: El ascenso del Señor Tenebroso

En el primer capítulo de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Voldemort traza su plan para lograr sus ansiados objetivos: matar a Harry Potter y hacerse con el poder.

Empezamos el último libro de saga con una perspectiva inusual: una reunión de mortífagos. En el anterior libro teníamos un encuentro más o menos informal entre varios de ellos, pero aquí es más oficial, con Voldemort reuniendo a toda su gente y preparando estrategias.

Desde el principio queda claro que tiene las de ganar por ahora: está cómodamente alojado en casa de uno de sus acólitos más conocidos, a quien ha ayudado abiertamente a escapar de Azkaban, y da la impresión de que el Ministerio sabe a ciencia cierta que está allí con la mayoría de sus mortífagos pero no se atreven a actuar, de modo que el villano tiene pista libre para ejecutar sus planes.

Esto no significa que se haya confiado después de la muerte de Dumbledore; al contrario, no subestima a sus enemigos y se asegura de preparar sus planes con el mayor cuidado. Envía a Yaxley y a Snape a infiltrarse entre ellos para conocer sus planes, y, por muy incompetente que esté resultando ser el Ministerio, Voldemort quiere arrebatarles el poder de manera subrepticia para evitar problemas y complicaciones.

En cuanto a Harry, el mero hecho de que el señor tenebroso admita haber cometido errores respecto al chico ya dice volúmenes acerca de la seriedad de la situación; Voldemort está dejando a un lado su egolatría para considerarle un enemigo contra el que hay que luchar seriamente. Para ello, ha investigado qué sucedió en el cementerio y sabe que debe usar otra varita que no sea la suya.

Aunque está siendo precavido, Voldemort no se olvida de mantener su aura de autoridad y temor y de mantener a raya a sus subordinados; en las reuniones hace sentarse a sus mortífagos según lo bien que le estén sirviendo bajo su criterio, y se mofa libremente tanto de aquellos que le han fallado como de aquellos que le son fieles, como Bellatrix, para evitar que se sientan demasiado confiados. Desde luego, quienes le han fallado lo tienen mucho más crudo, como Lucius puede atestiguar.

También se preocupa de mantener la propaganda anti muggle a pesar de que no es algo que le interese personalmente, pero sabe que le conviene para obtener lo que quiere. Fijaos en que cuando habla del tema recurre a metáforas y frases prefabricadas en lugar de usar un discurso propio, y captura a la profesora de Estudios Muggles en Hogwarts para matarla frente a sus mortífagos y así dejar clara su postura.

Si este capítulo hace algo, es demostrar cómo opera Voldemort y contra quién se están enfrentando nuestros protagonistas, y la verdad es que no tiene buena pinta para ellos.

Observaciones y curiosidades:
  • La "fuente" de Snape es Mundungus, a quien en realidad implantó el plan mediante conjuros de memoria, con fines benévolos, claro.
  • Cuando Snape le da la fecha y hora del traslado de Harry, es evidente que Voldemort usa la legeremancia para averiguar si le está mintiendo. No lo hace, al menos en eso no.
  • Yaxley asegura que controlando el Departamento de Transportes Mágicos pueden saber si Harry se ha aparecido, pero nada indica que se pueda controlar la aparición, y los protagonistas se aparecen de manera constante durante este libro sin ser detectados. Como mucho se puede argumentar que se puede saber si alguien se ha aparecido a o de un sitio concreto, como la casa de Harry.
  • Voldemort sabe que su varita no funcionará contra Harry gracias a Ollivander, a quien mantiene prisionero en la mansión; son suyos los gritos que se oyen cuando Voldemort está hablando. 
  • La mortífaga que explica quién es Charity Burbage es Alecto Carrow, que ocupará su posición en Hogwarts cuando Voldemort tome el poder.

jueves, 2 de agosto de 2018

Gilderoy Lockhart


El texto de este mes trata sobre el famosillo del mundo mágico, Gilderoy Lockhart, atractivo estafador y muy pagado de sí mismo. Veamos cómo fue su vida:

"Primeros años

Nacido de una madre bruja y un padre muggle, con dos hermanas mayores, Gilderoy Lockhart fue el único de los tres hijos de sus padres en mostrar habilidades mágicas. Un chico guapo e inteligente, él fue claramente el favorito de su madre, y la realización de que también era un mago causó que su vanidad floreciera como una mala hierba particularmente perniciosa.

Escuela

La llegada del joven Lockhart al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería no fue el triunfo que él y su madre habían esperado. De alguna forma, Lockhart no había apreciado que estaría en una escuela entera llena de brujas y magos, muchos de ellos más hábiles que él. (De hecho, había visualizado una entrada en Hogwarts para él de una manera no muy distinta a la que experimentó Harry Potter, décadas después. Se había imaginado caminando por los pasillos entre susurros emocionados debido a su habilidad mágica, sin llegar a ocurrírsele que todos los estudiantes de Hogwarts habían tenido experiencias similares antes de empezar la escuela.) En la mente de Lockhart él ya era un héroe de pleno derecho y un genio, y fue un shock nada bienvenido descubrir que nadie conocía su nombre, que sus talentos no eran excepcionales y que nadie estaba particularmente impresionado con su cabellera, que ondeaba de manera natural.

Esto no significa que Lockhart no poseyera talento alguno. Por el contrario, sus profesores sentían que poseía una inteligencia y habilidad superiores a la media, y que, con trabajo duro, podía llegar a ser alguien, aunque se quedaba corto frente a las ambiciones que compartía libremente con sus compañeros (Lockhart le contaba a todo el que estuviera dispuesto a escucharle que conseguiría crear una Piedra Filosofal antes de terminar la escuela y que pretendía capitanear al equipo de quidditch de Inglaterra hacia la victoria en la Copa del Mundo, antes de sentar la cabeza y convertirse en el ministro de Magia más joven de Gran Bretaña).

Seleccionado para la casa de Ravenclaw, Lockhart pronto estaba alcanzando buenas notas en sus trabajos, pero siempre había algo en su naturaleza que le dejaba cada vez más insatisfecho. Si no era el primero y el mejor prefería no participar en primer lugar. Dirigía cada vez más sus talentos hacia los atajos y las evasiones. Valoraba aprender no por aprender, sino por la atención que con ello atraía hacia él. Ansiaba premios y trofeos. Pidió al director crear un periódico escolar, porque nada le gustaba más que ver su nombre y foto impresos.

Nunca fue muy popular, pero aun así alcanzó su meta principal de ser reconocido en toda la escuela mediante repetidas hazañas para llamar la atención. Se ganó una semana entera de castigos por grabar su firma mágicamente con letras de seis metros en el campo de quidditch. Consiguió crear una enorme proyección iluminada de su propia cara, que mandó hacia el cielo en imitación de la marca tenebrosa. Un año se envió a sí mismo ochocientas tarjetas de san Valentín, lo que causó tal acumulación de lechuzas en el Gran Comedor que se tuvo que dejar el desayuno (demasiados excrementos y plumas en las gachas).

Vida post Hogwarts

Cuando Lockhart se marchó de Hogwarts, se produjo entre el profesorado un suspiro de alivio. Pronto se oyó de él en tierras extranjeras, donde sus hazañas comenzaron a reunir una publicidad cada vez mayor. Muchos de sus antiguos profesores empezaron a sentir que podían haberle juzgado mal, porque estaba demostrando valentía y resiliencia en librar a varios lugares lejanos de criaturas peligrosas y oscuras.

La verdad era que Lockhart al fin había encontrado su verdadero camino. Nunca había sido un mal mago, sólo uno perezoso, y decidió pulir sus talentos en una dirección. Encantamientos de memoria. Al perfeccionar este complicado conjuro, había conseguido modificar los recuerdos de una docena de brujas y magos altamente hábiles y valerosos, permitiéndole obtener el crédito por sus atrevidas hazañas, volviendo a Gran Bretaña al final de cada "aventura" con un nuevo libro listo para la publicación que narraba "sus" hechos de valentía con toda riqueza de detalles inventados.

A la década de dejar la escuela, Lockhart había alcanzado el estatus de best seller con su serie de libros autobiográficos y una reputación como defensor contra las artes oscuras de talla mundial. Incluso recibió la Orden de Merlín de tercera clase, se convirtió en miembro honorario de la Liga para la Defensa contra las Artes Oscuras y, con su bella apariencia intacta tras las muchas batallas a vida o muerte y a diente y garra que afirmaba haber tenido contra hombres lobo, banshees y similares, ganó el Premio a la Sonrisa más Encantadora, concedido por la revista Corazón de Bruja, no menos de cinco veces seguidas.

Regreso a Hogwarts

Muchos miembros del profesorado se quedaron extrañados ante las razones que Albus Dumbledore escogió para invitar a Gidleroy Lockhart a volver a Hogwarts como profesor de Defensa contra las Artes Oscuras. Aunque era cierto que se había vuelto casi imposible convencer a nadie más de que aceptara el puesto (el rumor de que estaba maldito estaba cogiendo fuerza dentro y fuera de Hogwarts), muchos profesores recordaban a Lockhart como profundamente irritante, fueran cuales fuesen sus hazañas posteriores.

Los planes de Albus Dumbledore, sin embargo, iban más allá. Resultó que conocía a dos de los magos por cuyo trabajo de su vida Gilderoy Lockhart se había llevado el mérito, y era una de las pocas personas en el mundo que creía saber lo que planeaba. Dumbledore estaba convencido de que Lockhart sólo necesitaba volver a un entorno ordinario de escuela para ser revelado como un charlatán y un fraude. La profesora McGonagall, a quien nunca le había caído bien Lockhart, preguntó a Dumbledore qué pensaba que iban a aprender los estudiantes de un hombre tan vanidoso y ávido de celebridad. Dumbledore respondió que "hay mucho que aprender hasta de un mal profesor: qué no hacer, cómo no ser".

Lockhart podría no haber tenido interés en volver a Hogwarts, dado cómo de bien iba su carrera de gloria robada, si Dumbledore no le hubiera puesto por delante de su cabeza hambrienta de fama la promesa de Harry Potter (un truco que Dumbledore repetiría años después, cuando necesitó convencer a otro profesor para que volviera a la escuela*1*). Al sugerir de manera sutil que enseñar a Harry Potter sellaría de manera definitiva la fama de Lockhart, Dumbledore había preparado un cebo al que Lockhart no pudo resistirse.

Para cuando llegó a la escuela, las habilidades mágicas de Lockhart (que una vez fueron bastante buenas) se habían oxidado casi sin remedio. El único conjuro para el que poseía habilidad era el encantamiento desmemorizador, que había estado usando durante años. Sus clases se convirtieron rápidamente en una charada, ya que quedó claro que era completamente inepto en todo aquello en que, según afirmaba en sus libros, era un experto.

El accidente que le costó a Lockhart su cordura se produjo al final de su curso en Hogwarts, cuando fue alcanzado por su propio encantamiento desmemorizador, que borró su pasado para siempre. Desde entonces ha residido en la Sala Janus Thickey Wars del Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas."

Pensamientos de J. K. Rowling

Un extracto sacado de una entrevista en la BBC Radio 4 con Stephen Fry y  J. K. Rowling, grabada a finales de verano de 2005 y emitida como especial de Navidad en diciembre de 2005:

"Stephen Fry*2*: Ahora, ¿de verdad te manejas por los libros de palabras raras o el OED (Oxford English Dictionary) y demás, o son sólo cosas que tú de alguna forma, tienes una buena memoria para las palabras?

J. K. Rowling: La verdad es que no me manejo con libros. Tienden a ser cosas que he reunido o con las que me he topado mientras leía en general. La excepción fue Gilderoy, Gilderoy Lockhart. El apellido Lockhart, bueno, sé que es un apellido escocés bastante bien conocido...

SF: Sí.

JKR: Lo encontré en un memorial de guerra. Buscaba algún apellido glamuroso, con apariencia atrevida, y Lockhart me llamó la atención en este memorial de guerra, eso fue todo. No pude encontrar un nombre cristiano. Y estaba ojeando el Diccionario de frases y fábulas una noche. Estaba buscando cosas de manera consciente, en general, cosas que fueran útiles y vi a Gilderoy, que en realidad era un bandolero, y un pícaro muy atractivo.

SF: ¿En serio?

JKR: Y Gilderoy Lockhart simplemente me sonaba perfecto.

SF: Es un perfecto, perfecto...

JKR: Impresionante, y aun así, en el centro, bastante vacío, por supuesto.

SF: Así es, como sabemos, lo era.

JKR: Como sabemos."

*1* Este profesor no es otro que Slughorn, claro.

*2* Stephen Fry es muy conocido por los fans británicos de Harry Potter gracias a su acertada interpretación en los audiolibros de la saga.