No cabe duda, el final de este capítulo es uno de los más impactantes de la saga, pero no por ello hay que pasar por alto lo que sucede antes de llegar ahí, pues es bien digno de comentario.
Tras contarles a Ron y Hermione todo lo referente a su sueño y al pensadero, Harry se queda con ellos a debatir sobre la importancia de estas revelaciones. A destacar el temor de Ron al saber que Snape fue un mortífago; es algo de lo que no se habla mucho, pero varios padres sin duda expresaron reticencia a que un ex mortífago se hiciera profesor en Hogwarts. Un ejemplo más de la disposición de Dumbledore a dar segundas oportunidades, aunque otros no opinen igual.
De todas formas, nuestros protagonistas están de acuerdo en que prepararse para la tercera prueba es la prioridad, así que Harry practica sin parar toda clase de nuevos embrujos y maleficios para enfrentarse a cualquier obstáculo que surja en el laberinto. Aunque sigue siendo peligroso, Harry está más tranquilo por saber a qué se enfrenta, y tener la seguridad de que está haciendo todo lo posible para prepararse, además de que esta será la base para el ED el próximo año.
El día de la prueba Rita Skeeter vuelve a la carga, esta vez con un artículo en contra de Harry, aprovechando su espionaje en Adivinación y declaraciones en exclusiva de Malfoy, que va por ahí con la Skeeter escarabajo cual walkie talkie.
Por suerte, a Harry ahora (¿gracias a Hagrid, tal vez?) le da bastante igual lo que digan de él, y se burla del cambio radical en el trato que recibe por la prensa, del querido de todos a apestado total. Ahora no le da importancia, pero lamentablemente este artículo tendrá consecuencias nefastas en el futuro.
Para contrarrestar el mal rollo de Skeeter, resulta que Molly y Bill han acudido de visita para animar a Harry, sabiendo que los Dursley no se presentarían. Su conversación es muy agradable, contrastando las diferentes experiencias que cada uno tuvo en su época de estudiante.
Hay que decir Molly se cubre de gloria al abroncar a Amos por creerse los artículos de Skeeter para después demostrar que ella se creyó el artículo referente a Hermione. Es un buen ejemplo de miopía emocional, que muchos sufrimos: tratamos de dar lecciones de moralidad, pero cuando algo nos afecta directamente no podemos tratarlo de forma objetiva. Molly quiere mucho a Harry, pero en su preocupación por él se ha creído esas mentiras. Al menos recula enseguida cuando la cosa se aclara.
Entre unas cosas y otras llega el momento de la prueba. El laberinto es un escenario distinto al de las otras pruebas, pues la suerte influye mucho en lo que te vas a encontrar y el camino que vas a tomar, y Rowling describe esta situación de un modo excelente.
Por supuesto, Harry no tiene tantas dificultades como debería porque Barty le está eliminando obstáculos para que llegue el primero a la copa, aunque aun así se encuentra con viejos conocidos como los boggart y los escregutos, así como cosas nuevas como el extraño conjuro reversor y la esfinge.
Al final, gracias a las maquinaciones de Barty y a la intervención del propio Harry, él y Cedric quedan igualados al final del recorrido, y deben colaborar para derrotar a una acromántula. La victoria conjunta les lleva a reflexionar sobre cómo se han ido ayudando el uno al otro durante el curso, y debaten sobre quién se merece más la victoria.
Al final, Harry propone que ambos cojan la copa a la vez para simbolizar una victoria conjunta, una decisión de la que se arrepentirá durante el resto de su vida.
Observaciones y curiosidades:
- En el original, Ron repite lo de que Skeeter pinche a la gente (dicho bug en inglés, como ya comenté), y es el doble sentido con 'bicho' lo que lleva a Hermione a plantearse que Skeeter se transforme en bicho para espiar. Probablemente fue a revisar la lista de animagos registrados, y confirmar que Skeeter no estuviera en ella.
- Si os fijáis, cada uno de los tres hermanos mayores Weasley ha acudido a cada una de las pruebas: Charlie a la primera, Percy a la segunda y Bill a la tercera.
- Esta es la primera vez que se ven Bill y Fleur. No son presentados, aunque Fleur ya estaba ojeando la mercancía.
- En el original, los nombres de los magos en el examen de Historia de la Magia son más aliterativos que los traducidos, justificando la afirmación de Ron de que son fáciles de inventar.
- Al igual que en la segunda prueba, parece que el público sólo puede presenciar el exterior del laberinto, porque si no se habrían dado cuenta de que pasaba algo raro.
- El origen del conjuro oriéntame es bastante obvio: en inglés es point me, que significa lo mismo.
- Reducto viene del verbo latino del mismo nombre, que equivale a reducir, no en el sentido de hacer algo más pequeño, sino en el de destruir (para reducir el tamaño se usa reducio, similar pero no idéntico).
- El conjuro impedimenta proviene de la palabra latina del mismo nombre, y de la que proviene la palabra 'impedimento'.
- El acertijo de la esfinge es diferente en inglés, claro: se cambió para que siguiera dando como resultado 'araña' (en el original spider).
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