Hogwarts Legacy es un juego de acción y rol desarrollado por Portkey Games dentro de la franquicia de Harry Potter, jugable en ordenador, PlayStation 4 y 5, Xbox One y Series X/S, y para la Nintendo Switch y Switch 2 (en algunos de estos casos adaptando el juego a una menor resolución gráfica).
Durante esta aventura, situada a finales del siglo XIX, vivimos nuestra aventura en Hogwarts a través de un personaje creado a nuestra medida, que puede tener la apariencia que queramos, siendo completamente personalizado y con el nombre que queramos ponerle. Esto, aunque es algo muy positivo, supone un problema frente a los diálogos del juego, que son de viva voz, con lo que no se pueden adaptar al nombre y el sexo de nuestro personaje, particularmente en la traducción española, llevando a que los personajes se refieran a nosotros de forma indirecta usando términos como "la nueva incorporación", algo que puede resultar chocante, pero que no hay forma real de resolver, así que hay que aceptarlo.
Durante la aventura seguimos a nuestro personaje cuando se incorpora a Hogwarts por primera vez en el quinto curso, una circunstancia inusual que la trama incluye de una forma bastante elegante, pues pronto queda claro que no somos magos corrientes, sino que por alguna razón somos capaces de emplear una forma antigua de magia que se sale de las normas convencionales, y durante la aventura iremos descubriendo qué es esta magia y por qué podemos usarla.
Al mismo tiempo, tendremos que enfrentarnos a unos villanos que también tratan de obtener esta magia antigua, un mago llamado Víctor Rookwood y un duende llamado Ranrok, que pretende usar este poder para rebelarse contra los magos; lógicamente, dada tu relación con la magia antigua, estos villanos están muy interesados en tu personaje, llevando al conflicto.
Lejos de la estructura escolar de los libros, en Hogwarts Mystery se sigue una estructura de mundo abierto; después de algunos momentos que nos sirven de tutorial, tenemos plena libertad para movernos libremente entre Hogwarts, sus terrenos, Hogsmeade y todas las áreas cercanas, en un mapa bastante grande con mucho que explorar, y con poco que nos impida ir donde queramos más allá de la falta de algún hechizo o simplemente no tener el nivel suficiente para enfrentarte a las amenazas que te esperan en determinados lugares.
En todo momento tenemos acceso a la lista de misiones principales y secundarias, y podemos seleccionar cualquiera de ellas para ver el objetivo y tener en el mapa una útil senda que nos permita llegar a donde tenemos que estar, aunque puede fallar en algunos momentos, particularmente dentro de Hogwarts, cuyo entramado es muy laberíntico. Las misiones principales y algunas secundarias se van desbloqueando automáticamente según avanzamos en el juego, pero otras sólo estarán disponibles hablando con algún personaje que encontremos en el mapa.
En general el juego anima mucho a la exploración; aunque existen modos de desplazarse con rapidez en el mapa, viajar a pie entre los objetivos o simplemente explorar a tu gusto es algo que se ve recompensado, ya sea encontrando tesoros, misiones secundarias, prendas de ropa, combates para ganar experiencia y mucho más.
Esto es algo muy positivo para el juego, aunque tiene la pega de que anula bastante todo el concepto de las clases; a lo largo del juego nuestro personaje asistirá a pocas clases, las cuales se despachan mediante cinemáticas y poco más, y la mayoría de conceptos los aprenderá directamente de los profesores mediante tareas o de los compañeros en las misiones; esto da lugar a que sobre todo los profesores se sientan poco caracterizados, en comparación con los otros alumnos y los habitantes de fuera de Hogwarts, que se van desarrollando a lo largo de las misiones.
Una de las cosas más curiosas del juego son las prendas de ropa, que se van encontrando en cofres repartidos por el juego y que ayudan a mejorar las estadísticas de tu personaje, aunque enseguida te acabas quedando sin espacio para ellas y tienes que venderlas; hay una forma de aumentar el espacio de prendas de ropa, pero aun así enseguida te acabas encontrando cofres que no te dejan abrir porque no tienes sitio. Además, puedes mejorar algunas de estas prendas para que sean más efectivas.
Un elemento que funciona bastante bien es el sistema de combate; en un principio resulta un tanto aparatoso, sobre todo a la hora de apuntar a algún enemigo, pero es fácil acostumbrarse, y en ese punto los combates pueden volverse muy dinámicos, alternando entre protegerse, esquivar y contraatacar, encadenando conjuros y buscando el apropiado para cada situación. Por lo general, la selección de conjuros que puedes aprender es muy buena, aunque al final se tiende a emplear la mayor parte del tiempo los conjuros más efectivos, y se reserva el resto para cuando la situación lo requiere.
Algo que no me ha gustado tanto es el tema de las criaturas mágicas: se nota que querían incluir una suerte de colección de criaturas, pero al ser parte de la trama el enfrentamiento contra cazadores furtivos el juego se esfuerza en distinguirte de ellos para asegurarte que los estás capturando por su propio bien, pero resulta bastante patoso en su empeño y no termina de ser convincente. No ayuda que la captura y crianza de las criaturas resulta bastante tediosa, así que en mi opinión es de lo más flojo del juego.
En resumidas cuentas, considero que Hogwarts Legacy es un añadido muy digno a la franquicia de Harry Potter, y que desde luego está muy por encima de la media de los videojuegos de la saga (algún día tendría que hablar de aquellos que he jugado). Está muy cuidado en el apartado gráfico y jugable, y contiene muchísimas referencias a la saga que los fans más acérrimos disfrutaréis sin duda.
Seguramente muchos de los que leáis esto ya tenéis el juego, pero si no es el caso, y os molan los videojuegos de mundo abierto y la saga Harry Potter os animo a cogeros el juego para las consolas que tengáis. ¡Un saludo y gracias por leerme!
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