La película de Harry Potter y el misterio del príncipe se estrenó originalmente el 7 de julio de 2009. Fue dirigida una vez más por David Yates, y es la primera película en estrenarse después de que la saga de los libros concluyera.
Esto se deja ver en el transcurso de la película, que sabe lo que viene después y dedica el tiempo necesario para prepararse y establecer un ambiente apropiado. El filme consigue reflejar los tiempos oscuros en los que viven los personajes, aunque el tono es más humorístico que el del libro.
El único personaje nuevo de relevancia es Horace Slughorn, interpretado por Jim Broadbent. Su Slughorn es menos campechano que el de los libros, y más melancólico debido a los años de viajar de un lado a otro. Aquí parece menos aprovechado, y su negativa a entregar su recuerdo está pintada de manera más simpática. Se nota mucho que le atormenta lo que dijo aquella noche, mientras que en el libro es más un oscuro secreto que desea olvidar. En general este Slughorn es bastante disfrutable de ver, mientras que en el libro el personaje se puede hacer bastante pesado.
El mayor peso lo llevan los actores ya conocidos, que llegan a cotas excelentes en esta película, tras ya más de media década de experiencia; debo destacar en primer lugar a Daniel, que para mí hace un trabajo excelente (aunque él opina que es su peor actuación de la saga).
Si habéis seguido mis reseñas del libro, habréis notado que menciono muchas veces que Harry está distraído; las circunstancias requieren de responsabilidad por su parte, y en vez de eso se desvía por cualquier cosa que le llame la atención, ya sea el libro de Pociones, Ginny o Malfoy. Aquí está centrado en todas esas cosas y en sus clases con Dumbledore, y en todo momento dedica su atención a lo que está haciendo. El Harry de los libros solo parece maduro en comparación con la riña absurda de Ron y Hermione; aquí está muy por encima en madurez.
Mención aparte merece la escena del Felix Felicis, que es espectacularmente divertida. De lo mejor de Daniel como Harry.
Por su parte, Rupert y Emma varían un poco a sus personajes, casi invirtiendo el papel que tenían en las anteriores películas. Ron tiene varias tramas propias y se aleja de su papel de alivio cómico, haciendo que el personaje evolucione y madure, mientras que Hermione parece sufrir una regresión necesaria, actuando de la manera habitual pero demostrando vulnerabilidad y momentos de debilidad moral más visibles que en el libro. Desde un punto de vista global de la saga, ambos salen beneficiados respecto a anteriores películas.
No podemos dejar de hablar de Draco. Tom Felton se aleja del mimado personaje de las anteriores películas e interpreta a un chico afectado por la situación que está viviendo, pero que no está tan lejos de quien era antes y termina abrumado por las circunstancias. Los gestos de Tom en las escenas en las que Draco alcanza su límite y se derrumba son magníficos.
En cuanto a los adultos, Alan Rickman hace un trabajo excelente con Snape; su dolor interno es palpable en el último acto de la peli. Sin embargo, no sale demasiado en esta película, así que el personaje que no tiene tanto peso como debería. No perdono que no haya ninguna escena de él dando Defensa contra las Artes Oscuras.
Por su parte, no quedé muy satisfecho con Michael Gambon esta vez. El Dumbledore de esta película no parece muy decidido, está como deprimido en su resignación por su destino, con apenas escenas humorísticas que saquen lo mejor de Gambon. Dumbledore debe estar serio aquí, pero su actuación me dejó un poco frío, sobre todo en la torre. La excepción es la escena de la cueva; ahí su actuación es increíble.
Cosas que me han gustado:
- Muy acertada la mención de Regulus; también está en el libro, pero aquí se le da más importancia y ayuda para la siguiente película.
- La tienda de bromas de Fred y George es una maravilla; no dejo de asombrarme del trabajo que emplean en crear escenarios con todo lujo de detalles para unos pocos minutos de metraje. La escena merece pausas cada poco para apreciarlo todo.
- La escena del Juramento Inquebrantable es estupenda; Snape y Bellatrix juegan muy bien el uno contra la otra.
- El Tom Ryddle niño da mucho mucho miedo, más que en los libros; todo lo que podría quedar ambiguo en ellos aquí queda más que patente. Está interpretado por Hero Fiennes Tiffin, el sobrino de Ralph Fiennes, que interpreta al Voldemort adulto.
- Hablando de miedo, la escena de la maldición de Katie pone los pelos de punta.
- Como ya he comentado, la escena del Felix Felicis es la bomba, llena de frases inolvidables.
Cosas que no me han gustado:
- Siguen con la manía de hacer que los chicos usen magia fuera de la escuela, y no me gusta nada.
- Echo en falta la capa invisible en escenas como la del callejón Knockturn, y especialmente en la torre. La parte en la que Snape ve a Harry al subir y le pide en silencio que no haga nada me hace llevarme las manos a la cabeza.
- El ataque a la Madriguera es tan gratuito que no entiendo a qué venía.
- Los recuerdos que Dumbledore le enseña a Harry acaban reducidos a dos, con lo que mucha de la información relativa a los horrocruxes de Voldemort no se explica en esta película. Por ejemplo cuenta que el anillo es un horrocrux, pero no dice dónde estaba ni cómo lo encontró.
- Han quitado la lucha entre la Orden y los mortífagos en Hogwarts y la trampa a Dumbledore, con lo que inexplicablemente Draco sabe que el director está en la torre cuando este acaba de llegar.
No he hablado mucho de la trama romántica porque no me ha llamado mucho la atención. Han quitado bastante hierro a la rama Ron/Hermione, de lo cual me alegro, pero la trama Harry/Ginny me parece demasiado obvia y patente, poco discreta.
En resumen, la película es muy divertida cuando tiene que serlo y triste y melancólica cuando tiene que serlo, así que en general termina siendo bastante sólida por sí misma, y se deja ver perfectamente. Los actores han madurado mucho en sus roles.
Esta semana publicaré un nuevo texto de Pottermore, y el lunes empezaremos con Las Reliquias de la Muerte. ¡Estad atentos!
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