En Harry Potter y el legado maldito, los héroes interceptan a Delphi antes de que cometa su plan, y se produce la lucha.
Enclaustrados en la iglesia, el grupo monta vigilancia mientras esperan a que Delphi intente su ataque. En este momento de calma, Harry y Ginny hablan sobre Albus y sus problemas parentales. Ginny cuenta la ocasión en la que Harry la invitó a jugar al snap explosivo después de lo de la Cámara de los Secretos como ejemplo de bondad que no está relacionada con su heroísmo. Aunque pueda parecer que ella se enamoró de él por sus hazañas, eso es sólo una pequeña parte de las cosas que le gustan de su marido, y aquí queda bien claro.
Lo interesante del asunto es que Ginny distingue entre el amor que siente Harry por todo el mundo y el que siente, o debe sentir, por su familia. Tratar a todo el mundo como parte de tu familia hará que tu familia real pueda sentirse inferior o inadecuada, porque especialmente tus hijos necesitan un tipo de cariño distinto al empleado para los amigos, y haber crecido sin una familia con cariño puede llevarte sin pretenderlo a valorar más las amistades verdaderas que los lazos biológicos.
Sin embargo, Albus parece haber superado ya sus rencores; ha hecho las paces con la figura de su padre y entiende que no es ningún tipo de leyenda, sino una persona real que ha hecho grandes cosas pero que también ha cometido errores. al igual que él. A partir de aquí apoya a su padre en todo y confía en él para superar la crisis.
Comentando esto, llegan a la conclusión de que Delphi no busca matar a Harry antes de que llegue Voldemort, sino que trata de impedir que el mago tenebroso cometa su error fatal y que así sobreviva en el futuro. Es una deducción lógica, porque en el fondo lo que más quiere Delphi es conocer a su padre, que su padre le diga lo orgulloso que está de ella.
En ese sentido, ella es muy similar pero a la vez muy diferente de Albus, porque en lugar de resentir la fama de su padre como él hizo y tratar de distinguirse de él ella trató de emularle en todo lo posible y sería feliz sirviéndole, aunque en realidad sólo sigue una sombra, la imagen que le han vendido de él. Con este entendimiento, los héroes trazan un nuevo plan: hacerse pasar por Voldemort y atraer a Delphi a una trampa.
Dado que no tienen los ingredientes ni tiempo para hacer una poción multijugos, tienen que recurrir a la transformación humana, algo que los adultos deberían ser capaces de realizar con su nivel de experiencia en la magia. La pregunta está en quién debe hacerse pasar por Voldemort; varios personajes ofrecen argumentos, pero Harry es sin duda la mejor opción. No tanto por poder hablar pársel (que expliquen el retorno de la habilidad como algo que tenía que pasar para poder usarla ahora es muy cuestionable), sino porque durante años ha estado comprendiendo cómo es el villano, y le conoce mejor de lo que sus amigos, sus mortífagos o Delphi, sea hija suya o no, pueden empezar a entender.
Y, efectivamente, Harry realiza una excelente imitación de Voldemort, reaccionando ante Delphi como lo haría el auténtico, pero fingiendo dejarse convencer para alimentar el deseo de reconocimiento de la chica y atraerla a la trampa. Delphi, excitada de estar frente a su padre, le sigue el juego, pero la transformación se anula por alguna razón inconveniente y Delphi reconoce el engaño, bloqueando las puertas de alguna forma para luchar a solas con Harry.
Y resulta que la aspirante a señora de la oscuridad es muy superior a Harry, que ahora es el jefe del Departamento de Seguridad Mágica y no está precisamente falto de práctica. Me resulta muy difícil de creer, por mucho que Delphi haya entrenado y estudiado a Harry toda su vida. Suena todo (una vez más) a trampa del guión para que Albus pueda lucirse entrando en la lucha y desbloqueando las puertas para reunir al grupo. Enfrentada a tantos magos a la vez, Delphi es derrotada enseguida.
Una vez vencida, Delphi se revela como lo que es en realidad: una niña sin camino ni rumbo que fue criada bajo la creencia de que era la hija del gran mago tenebroso, que cumpliría la profecía y que estaba destinada a ser tan grande como su padre; detrás de todos los grandes objetivos y planes, lo que queda es una niña ansiosa por ver al padre que nunca conoció, y ser reconocida por él. Probablemente nunca habría obtenido de él lo que buscaba, pero nunca sabrá si habría sucedido o no. Y ese será su mayor castigo.
Inmerecidamente, Harry se ve obligado a permitir que Voldemort mate a sus padres pudiendo impedirlo, porque sabe lo que está en juego; sabe lo que se producirá de ese horrible ataque. No por ello es más fácil, y después de obligarse a presenciarlo todo se derrumba delante de su mujer, su hijo y sus amigos, que le consuelan. Todo ha terminado, y el grupo vuelve al presente.
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