¡He vuelto! Tras unos problemas técnicos que se alargaron más de los debido, vuelvo con la prometida reseña de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: parte 1. Vamos allá:
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: parte 1 se estrenó por primera vez en 19 de noviembre de 2010, dirigida como de costumbre por David Yates. Tras mucha deliberación se decidió dividir la adaptación del último libro en dos películas ante la titánica tarea de convertir toda la novela en una sola película de menos de tres horas. Así pues, la primera parte narra los eventos hasta la huida de la mansión Malfoy, aproximadamente en el capítulo 24.
Tengo que decir que, a pesar de ser esta película el origen de la desafortunada tendencia de dividir películas en dos o tres para sacar más dinero, aquí sin duda es un gran acierto, y ambas películas son lo bastante diferentes para tener mérito por sí solas.
En esta parte Harry, Ron y Hermione pasan la mayor parte del metraje solos, y de esa forma Daniel, Rupert y Emma pueden demostrar cuánto han crecido desde que empezaron a rodar la saga. Los pequeños que empezaban su carrera con grandes papeles ahora son grandes actores capaces de llevar la trama por su cuenta.
Las escenas en las que los protagonistas viajan sin rumbo, perdidos y sin objetivos ni pistas, que puede hacerse muy tediosa en los libros, se vuelve más amena gracias a estos grandes actores que han hecho suyos sus personajes. Saben cómo reaccionarían a lo que les rodea, y esos pequeños gestos y expresiones no hacen más que añadir, nunca restar.
En cuanto a personajes nuevos, no hay mucho que destacar: Bill Nighy hace un buen papel como Rufus Scrimgeour, y en el poco tiempo que está en escena parece ser más razonable que su contraparte literario. Su sustituto como ministro de Magia, Guy Henry como Pius Thicknesse, da un giro al personaje interpretándolo como un seguidor interesado de Voldemort en lugar de una marioneta controlada. Finalmente, Donmall Gleeson hace una necesaria aparición como Bill Weasley, creando un personaje sensato y responsable que debería haber sido presentado antes.
La palma se la lleva Rhys Ifans como Xenophilius Lovegood, que es increíblemente capaz de seguirle el ritmo a Evanna en la boda y clava el dolor y la confusión en la escena en su casa, trazando a un padre desesperado que empleará medios no convencionales para recuperar a su hija si lo estima necesario. Excelente interpretación.
Cosas que me han gustado:
- La escena en la que Hermione borra la memoria de sus padres da escalofríos y me alegro de que la incluyeran aunque no estuviera en los libros. Se nota que lo que ha hecho influye en sus acciones el resto de la película.
- Debo destacar la actuación de Peter Mullan como Yaxley, que sin esforzarse demasiado ejerce una interesante aura de terror y hace que la huida en el Ministerio sea mucho mejor.
- La escena en la que Voldemort rompe el adorno que Lucius le había puesto a su varita es genial. Excelente forma de aprovechar al adorno que usaron en las anteriores películas para recalcar su vanidad y emplearlo ahora para dejar claro que lo ha perdido todo.
- Bien por Daniel en la escena de los siete Potter. Tuvo que ser un follón para rodarla.
- La escena en la que George interrumpe a Harry y a Ginny es de lo más gracioso que he visto en mi vida.
- La infiltración en el Ministerio es una gozada, y los actores hicieron un gran trabajo imitando a los protagonistas. Mención especial al momento en el que Harry le recuerda a Umbridge sus propias palabras sobre las mentiras, un momento no sacado de los libros pero de lo más satisfactorio.
- Scabior sustituye a Greyback como el carroñero jefe, y la verdad es que se gana bastante con el cambio. Scabior es un villano bastante detestable y perturbador de ver.
- La batalla contra Nagini es terrorífica y muy efectiva. Me hubiera gustado una representación de cuando Voldemort recuerda la noche en que murió con Harry en su cabeza, pero qué se le va a hacer.
- Toda la parte de la destrucción del horrocrux, desde la cierva plateada hasta que Ron le clava la espada, es sobresaliente. Se puede sentir la desesperación y la ira de Ron.
- La Fábula de los Tres Hermanos está realizada de una manera soberbia, y aún recuerdo quedarme extasiado al verla en el cine. Parece que la haya trazado Tim Burton. Mención aparte a la referencia a Crepúsculo que nunca sabremos si era intencionada o no.
- No puedo dejar de hablar de Dobby, claro. Aunque su reintroducción al principio de la película resultó rara, sus acciones en la Mansión de los Malfoy son lo mejor de la película, y culminan en una escena que te destroza el corazón para terminarla. Voldemort profanando la tumba de Dumbledore ni se acerca.
Ahora, lo que no me ha gustado:
- Si la despedida de los Dursley no fue muy satisfactoria en el libro, aquí menos todavía. Casi preferiría que no hubiesen salido.
- Toda la escena en la que la Orden se reúne con Harry es muy patosa en sus intentos de poner al espectador al día en cosas importantes deprisa y corriendo. ¡Lupin y Tonks se han casado! ¡Bill, el hermano mayor de Ron, fue atacado por Greyback y está con Fleur! ¡Mundungus es un cobarde y está allí obligado! Por suerte, en cuanto se revela el plan todo mejora.
- Harry usa mucho el fragmento del espejo que Sirius le dejó en La Orden del Fénix, y será muy importante. El problema es que eso no pasó en la película correspondiente, y no se hace ningún intento de explicar qué hace Harry con ese trozo de cristal.
- Harry obtiene una especie de "sentido horrocrux" que le permite detectar cuándo hay uno cerca. Quizá tenga sentido al ser Harry un horrocrux, pero resulta demasiado conveniente y no funciona cuando a la trama no le interesa que funcione.
- La escena de Kreacher parece algo muy forzado, como si no quisieran hacerla pero no tuvieran más remedio, así que convierten una gran escena del libro en algo rápido y poco interesante, y haciendo que Dobby le quite protagonismo a su compañero elfo. Además, no se explica por qué de repente Kreacher obedece a Harry.
- Las escenas que comparten Harry y Hermione no están mal, pero tienen un trasfondo casi romántico que no encaja con el resto de la trama. No quiero ser un celoso de mi pareja preferida o algo por el estilo, pero no me cuadran.
- Cambiar a Grindelwald a un villano que está dispuesto a ayudar a Voldemort a profanar la tumba de Dumbledore no pega con el personaje, y dado cómo se están desarrollando las cosas en la nueva saga, queda aún peor.
En resumen, la película aprovecha bien el tiempo de que dispone para contar su historia sin tener que abreviar para meterlo todo, y se recrea especialmente en el largo viaje que hacen sus protagonistas sin saber muy bien a dónde van, y conscientes de que el mundo se está desmoronando a su alrededor. Su crecimiento es lo más importante, y al final de la película sientes que están preparados para terminar la lucha de una vez por todas.
Sin embargo, la película tiene el problema de tener que hacer uso de elementos ya introducidos en novelas anteriores y que no aparecieron en sus respectivas adaptaciones, o lo hicieron de manera que ahora su uso es difícil. La película hace lo que puede por arreglar la situación, y más o menos hace un apaño pasable, aunque se nota mucho cuando sucede.
El próximo lunes continuarán las reseñas de los capítulos de Las Reliquias de la Muerte. ¡Nos vemos!
Gracias por tu esfuerzo. Lo valoramos mucho.
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