Al despertarse el primer día, Harry sigue enfadado por lo de Seamus, y lo paga con sus amigos, que empiezan a estar un poco hartos ya de su mal humor. Por su parte, Hermione toma cartas en el asunto de los planes de negocios de Fred y George, que como era de esperar no tienen muchas ganas de hacer caso a los nuevos prefectos. Ron prefiere no intervenir con sus hermanos, llevando a un conflicto entre los dos e irónicamente hartando a Harry.
El primer día de quinto deja claro que no va a ser un curso divertido, pues en junio deben presentarse a los TIMO, los vitales exámenes que decidirán a qué trabajos pueden aspirar en el futuro. Por tanto, los profesores suben el nivel y cargan de trabajo a los alumnos desde el principio.
Tras una clase de Historia de la Magia en la línea habitual y una breve conversación con Cho que no va muy bien, el cabreo de Harry aumenta con la clase de Snape, que sigue en sus trece de tratarle peor que al resto. Como resultado, llega a Defensa contra las Artes Oscuras ya con bastante mala uva.
Umbridge, que hasta el momento podría parecer simplemente estirada o poco adecuada para dar clase, deja claro en este capítulo cómo es en realidad. Trata a sus alumnos de quince años como si tuvieran cinco, los ignora mientras les manda una lectura sin explicación alguna y cuando recibe preguntas las esquiva mientras sigue tratando a sus alumnos como niños.
Como es lógico, la clase no reacciona bien a saber que no van a practicar conjuros en la clase, no sólo por el interés de defenderse en el futuro, sino porque, como apunta Parvati, el TIMO de la asignatura incluye una parte práctica, y las excusas de Umbridge al respecto son realmente flojas. Al final, Harry estalla y se enfrenta a ella, con el resultado de perder puntos, recibir un castigo y ser enviado con la jefa de su casa.
Eso es lo peor de todo, porque los alumnos tienen que hacer lo que Umbridge les dice, dado que tiene autoridad sobre ellos. McGonagall recomienda sabiamente a Harry que se mantenga al margen, porque estos estallidos no le van a hacer bien ni a él ni a nadie, y las cosas ya están lo bastante mal, pero sabemos que no va a hacer caso.
Y la semana sólo acaba de empezar.
Observaciones y curiosidades:
- Hay un fallo de traducción cuando Hermione dice que los gemelos necesitarán permisos para abrir su tienda; en inglés dice premises, que aunque se parezca no significa permiso, sino un local en el que situar su tienda.
- En la traducción falta un párrafo entero durante la clase de Defensa, entre que Harry ve a Hermione con la mano levantada y Umbridge decide hacerle caso. Dice así:
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