Como era de esperar, Harry, Ron y Hermione acuden al profesor Lockhart para obtener la autorización que necesitan. Lo mejor es que Hermione se inventa una historia para al menos dar la impresión de que la necesitan para clase, pero no hacía ninguna falta; Lockhart es así de estúpido.
Una vez con el manual e instalados en el baño de Myrtle la llorona para tener intimidad, Hermione calcula que les hará falta un mes para completar la poción; eso deja sitio para que la trama avance por otros lados mientras tanto. Para empezar tenemos al fin el tan esperado encuentro de quidditch entre Gryffindor y Slytherin.
Aunque en principio la superioridad técnica de Slytherin les da ventaja, Gryffindor puede aprovecharse de que Malfoy no tiene tanta experiencia como buscador ni demasiado talento, además de su tendencia a vacilar y perder la concentración. Sin embargo, esto significa que Harry carga aún con más responsabilidad de lo normal, y por eso la bludger loca es un problema tan grave.
La verdad, me parece que las normas del quidditch son muy absurdas. No se pueden hacer cambios, incluso si un jugador se lesiona, y aunque puedes hacer paradas tácticas, como sucede en este capítulo, si pides parar el partido, incluso por un problema obvio que dificulta el juego, se considera que has perdido por abandono. Este tipo de normas solo crean problemas y complicaciones, aunque desde luego vienen bien para crear drama. Rowling dijo una vez que no le gusta escribir partidos de quidditch porque le cuesta encontrar una forma de hacerlos originales, de ahí que recurra a estos trucos.
Finalmente, Harry consigue atrapar la snitch gracias a que Malfoy perdió el tiempo burlándose y no la vio cuando la tenía al lado. Sin embargo, para poder conseguirlo Harry recibe el impacto de la bludger loca en el brazo y se lo rompe, y el burro de Lockhart agrava la situación al hacerle desaparecer los huesos del brazo en vez de arreglárselos. Menuda bronca le tuvieron que echar en la sala de profesores después.
Mientras se recupera en la enfermería Harry recibe la visita de su gran amigo Dobby, que revela que fue él quien hechizó la bludger para que persiguiera a Harry, pero no para matarle, no, solo para mutilarle o herirle de gravedad y que le enviaran a casa, donde estaría a salvo. Ejem. Ah, y también fue él quien bloqueó la barrera en el andén nueve y tres cuartos. Qué grande es este Dobby y qué bien le cae a Harry en estos momentos.
Está claro que los elfos domésticos tienen una magia muy poderosa, y si no tuvieran una naturaleza tan subsirviente serían una de las razas más influyentes del mundo mágico. Por otro lado, quizá sean tan poderosos por esa naturaleza, algo así como con los genios que solo pueden usar todo su poder mediante deseos de sus amos. Esto es pura especulación personal, no os lo toméis como cierto, pero es una posibilidad.
Dobby también cuenta cómo podría ser liberado (si no pueden darle ninguna prenda a Dobby, ¿eso significa que los Malfoy tienen que lavarse su propia ropa?), y la verdad es que es difícil enfadarse con él. Es un elfo que ha visto cómo los de su raza han podido alcanzar una mejor vida gracias a la caída de Voldemort, y aunque él no haya compartido ese logro hará todo lo que pueda para evitar que los demás pierdan lo que ya han ganado. Loable, aunque sus métodos sean un tanto bruscos.
Finalmente, resulta que esa noche se ha producido otro ataque, esta vez sobre una persona, Colin Creevey, también petrificado en vez de asesinado gracias a su manía de mirarlo todo a través de su cámara. Hablando de cámaras, el hecho de que hayan atacado a un hijo de muggles parece confirmar que la Cámara de los Secretos ha sido realmente abierta, y según Dobby y Dumbledore ya había pasado antes.
¿Quién la abrió antes? ¿Cuándo fue? ¿Quién la ha abierto ahora? ¿Es la misma persona? ¿Será Malfoy? ¿Cómo petrifican a los estudiantes? ¿Qué son esas voces que solo Harry puede oír? ¿Y qué sabe Dobby de todo esto y por qué lo sabe? Demasiadas preguntas, y todas tendrán su respuesta. ¡Nos vemos!
Observaciones y curiosidades:
- En el original es Harry quien comenta que Lockhart ni ha mirado el libro que sale en la autorización, no Hermione.
- Por alguna razón en la traducción se les olvida que en el quidditch la puntuación es en decenas, y Lee comenta en un momento dado que van seis a cero en vez de sesenta a cero.
- Irónicamente, la captura accidental de la snitch que describe Harry con sorna es una jugada oficial llamada Giro de Plumpton, en la que el buscador hace un giro brusco para colar la snitch en su manga. Su nombre viene del jugador de los Tutshill Tornados Roderick Plumpton, que realizó esta jugada una sola vez y afirmó hasta el día de su su muerte que no fue accidental.
- En el original, Fred no le dice a Harry que la bludger le va a partir en dos, sino que le va a volar la cabeza.
- La pregunta burlona de Malfoy a Harry sobre si está practicando para el ballet tiene mucha más gracia tras ver esto:
- Esto es otra especulación, pero puede ser que Ginny se enterara de que Colin iba a ir a ver a Harry, y a Ryddle se le ocurriera aprovechar la situación. Al fin y al cabo, que le atacasen en ese momento sugiere que sabían que iba a estar allí, porque a esas horas no suele haber nadie por los pasillos.
- La frase final de Dumbledore sugiere que siempre supo que Ryddle fue quien abrió la cámara cincuenta años antes, pero nunca pudo probarlo; por eso no se explica cómo puede alguien volver a abrirla.
- Me da mucha pena que Colin se librara de la muerte esta vez, para terminar muriendo en la Batalla de Hogwarts en Las Reliquias de la Muerte. Encima nunca supimos cómo ocurrió. Joder.
Ay, de eso último me enteré el domingo, no sabía que Colin moría y que simplemente aparecía en la batalla y directamente en el ataúd. Qué pena.
ResponderEliminar¡Un saludo!