En el capítulo 22 de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Harry encuentra una nueva obsesión, que marca un antes y un después en esta aventura.
De vuelta al bosque, gracias al pensamiento rápido de Hermione (se ha hecho muy buena en ese campo), los chicos prosiguen su discusión sobre las Reliquias. Hermione se mantiene firme en su postura de que no existen por cabezonería y por miedo, Ron se mantiene abierto pero dudoso, y Harry, que ya empezaba a tenerlo claro, adopta la postura del firme creyente.
Es casi una deconstrucción del típico momento de la saga en el que todo empieza a encajar; una comparación más clara es cuando Harry se da cuenta de que el monstruo de la Cámara de los Secretos es un basilisco, y a partir de ahí empieza a conectarlo todo. Aquí, el conocimiento de las Reliquias, junto con la suposición de que Dumbledore quería que supieran de ellas, le lleva a conectar todo lo que han averiguado hasta ahora para averiguar su paradero.
Y tiene razón: Dumbledore dejó el símbolo sobre la fábula, a juzgar por su firma en la carta a Grindelwald sabía de la existencia de las Reliquias, y efectivamente tenía consigo la Capa de Invisibilidad cuando James y Lily murieron, aunque no la necesitara. Su instinto de que el anillo de Sorvolo es la Piedra de la Resurrección y de que está oculta dentro de la snitch, aunque correcto, viene más bien de la nada.
También tiene sentido que Voldemort esté buscando la Varita de Sáuco, aunque no sepa que es una Reliquia, pues siempre ha existido la leyenda de la varita más poderosa. Incapaz de atacar a Harry con su varita o con la de otro, el señor oscuro ha decidido ir a lo seguro y conseguir la varita más poderosa que existe, pues es la mejor forma de saber que puede matarle. Que buscara a Gregorovitch, y que Grindelwald le robara al artesano, llevan a esa dirección.
El problema es que ni Ron ni Hermione están de acuerdo. El lector estará inclinado a coincidir con Harry (todo parece encajar de maravilla), y quien esté releyendo sabe que tiene razón, pero sus amigos no lo piensan, y es normal que lo hagan, porque da unos saltos bastante poco lógicos en sus deducciones, y al final acaba bastante obsesionado en las Reliquias, a costa de olvidarse de los horrocruxes.
Pero ¿alguien puede culparle? Desde el principio no han tenido demasiadas posibilidades de vencer, pues incluso si consiguen destruir todos los horrocruxes Voldemort no va a ser fácil de vencer para nada, y tener la opción de conseguir algo para tener ventaja es alentador, especialmente cuando hace mucho que no saben nada de ningún horrocrux nuevo.
Dicho esto, es verdad que se obsesiona demasiado, y pasa los días ansioso por saber qué hace Voldemort sin éxito, mientras sus amigos toman el mando en la búsqueda de los horrocruxes. Es una suerte que Ron esté de vuelta, porque su buen humor y su lógica simple pero directa son muy valiosos en este momento.
Los tres vuelven a ser un grupo cuando Ron consigue sintonizar al fin con Pottervigilancia, y escuchar voces conocidas y saber que tienen el apoyo de sus amigos les levanta la moral. Es especialmente bonito oír a Lupin hablar tan bien de Harry y de sus instintos; está claro que ha seguido su consejo y se ha dado cuenta de que su ex alumno estaba en lo cierto. Pensar que Lupin le ha perdonado por lo que le dijo también llena a Harry de alegría.
Lamentablemente, la emoción de saber que Voldemort está en el extranjero, sin duda buscando la Varita de Sáuco, lleva a Harry a decir su nombre, rompiendo los encantamientos protectores y dejándolos a merced de un ataque.
Las cosas no volverán a ser igual.
Observaciones y curiosidades:
- En el caso de Ignotus Peverell, la familia perdió el apellido cuando una de sus descendientes se casó con un Potter, y llevó la capa a su familia.
- Los apodos de Lee, Kingsley y Fred son River, Royal y Rodent/Rapier, las traducciones directas de los apodos que tienen en el original.
- En el original, Kingsley dice que hay un paso de dar prioridad a los magos, a dar prioridad a los sangre limpia, y a ser un mortífago, no a dar prioridad a los mortífagos como dice en la traducción.
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