En el capítulo 20 de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Hermione propone seguir la pista del misterioso símbolo triangular, lo que les lleva a ver al padre de su amiga Luna.
Ron está de vuelta, y con él ha venido un cambio en el ambiente del grupo. Por más que Hermione esté de morros, todo parece mucho más agradable. La perspectiva de que alguien les está ayudando desde las sombras, y de haber podido avanzar en su misión, llena a Harry y a Ron de alegría y esperanza.
Tengo que decir que me gusta que Ron tenga la decencia de estar callado y sumiso mientras Hermione calma su ira, al menos en su presencia; además, que le esté dando la razón en todo momento ayuda a que no siga teniendo razones para estar enfadada, con lo que todo irá volviendo a la normalidad poco a poco.
Por suerte, Hermione está distraída con el símbolo de las Reliquias de la Muerte, que ha estado apareciendo constantemente, y hasta se puede ver en el libro que Dumbledore le legó. El director lo tenía todo planeado, desde luego, pero es verdad que el símbolo ha estado apareciendo mucho, y en lugares en los que Dumbledore no podría influir, como en la carta que le mandó a Grindelwald de joven o en el colgante de Xenophilius.
Especialmente, Dumbledore tiene que agradecer a Xenophilius su interés por las Reliquias, porque de lo contrario puede que Hermione no hubiera averiguado qué era el símbolo, ya que su origen más esotérico está fuera de las fuentes habituales de Hermione. Por otro lado, el símbolo estaba sobre la Fábula de los Tres Hermanos, así que hubiera sido interesante ver si hubiese sido capaz de deducir la existencia de las Reliquias a partir de ahí de alguna forma, saliendo de su zona de confort para ello.
Harry está preocupado de salir a la civilización después de lo ocurrido en el Valle de Godric, pero Ron y Hermione le aseguran que no hay nada que temer, al fin y al cabo Xenophilius está de su parte, ¿verdad? Así pues, el trío se marcha a las cercanías de la Madriguera, y después de una breve escena bastante triste podemos ver la casa de Luna.
Aunque el jardín es tan loco como cabría esperar, el interior de la casa es bastante menos interesante. Es una especie de mezcla de taller y laboratorio, con poco interés por el orden o la limpieza. Aunque tiene su lógica sabiendo lo que sabemos de Xenophilius, el ambiente está muy enrarecido, y no tardaremos en averiguar por qué.
Pero primero toca saber qué son las Reliquias de la Muerte, una información que lo pondrá todo patas arriba.
Esta semana toca texto de Pottermore, lo publicaré en los próximos días. ¡No os lo perdáis!
Observaciones y curiosidades:
- El Refugio, la casa de Bill y Fleur, se llama en el original Shell Cottage, que significa "cabaña de concha".
- En el original, Ron se refiere a la casa de los Lovegood como una rook, que significa "torre de ajedrez", igual que en la traducción, pero Hermione cree que se refiere a un grajo, que también se dice rook en inglés, y Ron tiene que especificar. En la traducción sólo se mantiene la mirada ceñuda que le dirige Hermione a la casa, sin decir por qué.
- Que Harry compare el salón de Xenophilius con la Sala de los Menesteres donde se ocultan las cosas, y que en él haya una imitación de la diadema de Ravenclaw, es de lo más interesante.
- En su salida a "avisar a Luna", en realidad Xenophilius envió un mensaje a los mortífagos, alertándoles de que Harry estaba en su casa. La prensa que ha cubierto, supuestamente para tapar el ruido, es en realidad para impedir que lean la portada, que ahora va con la tónica anti Harry.
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