En el capítulo 23 de Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry y Dumbledore obtienen al fin todas las respuestas, lo que significa que conocemos el camino a seguir.
Una vez conseguido el preciado recuerdo, Harry no pierde el tiempo y va derecho al despacho del director, que afortunadamente acaba de volver. Aunque Dumbledore está agotado, la alegría y el orgullo de saber que Harry ha completado la tarea le hacen olvidarse de todo, y examinan el recuerdo de inmediato.
Lo primero que hay que notar es que Slughorn quería ocultar que había proclamado la evidente grandeza que Ryddle conseguiría en el futuro, y para más injuria afirmaba que nunca se equivoca con ningún alumno. A día de hoy, probablemente le reconcoma haber tal vez ayudado al mago tenebroso a ser quien es ahora, y especialmente la conversación que vino después le carcome por dentro.
Recordemos que el mayor orgullo de Slughorn es su habilidad para seleccionar a aquellos que en el futuro serán gente de categoría y darles las habilidades para llegar aún más lejos a cambio de obtener buenos contactos. Ryddle no solo fue un fiasco, sino que echó por tierra todo el sistema en el que Slughorn sostiene toda su vida. Es normal que sienta vergüenza, y que ahora desdeñe a aquellos que tengan la más mínima posibilidad de acabar igual.
En cuanto a la conversación sobre los horrocruxes, resulta tan interesante el qué se dice como lo que interpreta cada uno de los oyentes. Ryddle sin duda ya sabía lo que eran (al menos ya había creado el diario), y trataba de obtener más información sobre las consecuencias de crear más horrocruxes. ¿Por qué pensó que el profesor lo sabría? Slughorn enseña Pociones, así que no tiene mucho sentido. Lo único que se me ocurre es que era el profesor con quien tenía la mayor confianza, y quien menos posibilidades tenía de hablar del asunto con alguien.
Slughorn, sin duda, sabe de lo que habla, y el cómo y por qué lo sabe es algo que nunca podremos averiguar; desde luego, el profesor no hablará del tema. Es interesante ver cómo va recelando cada vez más de su pupilo según este deja ver sus intenciones reales. Me pregunto si algo cambió entre ellos a partir de esta noche.
Una vez visto el recuerdo, Dumbledore, animado por la prueba de que sus teorías estaban en lo cierto, se las resume a Harry: Voldemort dividió su alma en varios horrocruxes (concretamente seis) para evitar la muerte, y esa es la razón de que pudiera sobrevivir a aquella fatídica noche en el Valle de Godric.
Lo que sigue es una sesión de "qué, por qué, cuando y dónde" que sería repetida por muchos fans (incluyéndome a mí) en el espacio entre este libro y el siguiente. En general, la cosa está bastante delineada: el diario, el anillo de Sorvolo, el guardapelo, la copa de Hufflepuff, Nagini y posiblemente un objeto perteneciente a Gryffindor o a Ravenclaw. Dos ya están destruidos, y sus localizaciones nos dan pistas: uno estaba en la casa del abuelo de Voldemort, y otro lo dejó con un fiel vasallo (gran error), lo que nos da pistas para localizar el resto, y en eso está Dumbledore.
Y así, tenemos la guía por la que seguiremos lo que queda de libro y el siguiente: encontrar y destruir los horrocruxes para que Voldemort quede mortal, y poder acabar con él sin que pueda volver de nuevo. Es un alivio saber que hay alguna oportunidad, y sin duda Harry lo cree así.
Porque el chico no se siente con posibilidades, y considera que tener el amor de su parte no servirá de mucho contra Voldemort. Dumbledore, que aprendió la importancia del amor por las malas, intenta hacerle ver que lo entenderá con el tiempo, pero al final pierde la paciencia, y le da una charla, muy airada para ser él, sobre lo que significa realmente la profecía.
Al final, todo se reduce a las elecciones que tomamos: exista o no una profecía que diga lo que va a pasar, lo que suceda de verdad será consecuencia de las acciones que tomemos; si Voldemort no hubiera intentado impedir la profecía, esta no se habría realizado, y si ahora no quisiera matar a Harry él mismo para evitar el resto tampoco se cumpliría.
Harry también tiene la elección de abandonar la lucha, pero no lo hará, no porque una profecía lo diga o porque sea el único que puede hacerlo, sino porque es su deseo, porque quiere tomar parte en la lucha, y es esa determinación lo que realmente dará forma al futuro que se le avecina.
Observaciones y curiosidades:
- En el original, cuando Ryddle afirma que no tiene los orígenes adecuados, los otros alumnos intercambian miradas de complicidad, porque sabrían que Salazar Slytherin es su ancestro, aunque Ryddle no quiera darlo a conocer públicamente (seguramente para evitar problemas por lo de la Cámara de los Secretos).
- En esta ocasión Dumbledore se equivoca en sus suposiciones de que Voldemort no encontró ninguna reliquia de Ravenclaw, pues fue capaz de encontrar su diadema; asimismo, su suposición de que Voldemort quería un trabajo en Hogwarts es solo correcta a medias, pues parte de su intención era esconder la diadema allí (aunque probablemente sí quería aprovechar para encontrar alguna reliquia de Gryffindor).
- Probablemente, la mayor prueba de que Nagini sea un horrocrux es la vez que Voldemort la poseyó para colarse en el Ministerio y Harry tuvo una visión desde su perspectiva, algo posible al ser ambos horrocruxes suyos. Por supuesto, Dumbledore no puede contarle a Harry esto.
- De primeras, Dumbledore parece tener mucha información sobre cómo funcionan los horrocruxes. Se revelará después que en Hogwarts solía haber libros dedicados a ellos, pero el director los retiró y los guardó en su despacho, sin duda para evitar males futuros.
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