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lunes, 29 de enero de 2018

Capítulo 8: La victoria de Snape

En el octavo capítulo de Harry Potter y el príncipe mestizo, Harry empieza el nuevo curso con el pie izquierdo, al contrario que Snape, que tiene una de las mejores noches de su vida.

Afortunadamente para Harry, su estupidez no le lleva a quedarse en el tren mientras este vuelve a Londres, ya que Tonks estaba al acecho y le descubre mientras hacía una inspección de última hora. Es cierto que está muy decaída (y con buena razón), pero de alguna forma parece más competente que el año pasado. Prefiero a la Tonks de siempre, en todo caso.

Harry observa los cambios en su comportamiento, pero prefiere no decir nada, porque cree que tiene que ver con Sirius y no se ve capaz de hablar de ello. ¿Habría sido distinto de haber sabido Harry lo que pasaba de verdad? Es posible, pero la falta de comunicación hace que las cosas se queden así, y Snape no mejora las cosas.

Snape sabe perfectamente lo que le pasa a Tonks, pero lejos de empatizar con otra persona que quiere a alguien que no le corresponde, se mofa de su sufrimiento y de la persona a la que quiere. Muy hábil, como siempre. Por supuesto, en cuanto se queda a solas con Harry no duda en aprovechar su estupidez para quitarle puntos a Gryffindor y burlarse de él en general. Harry directamente pasa de responder; aunque ahora odia más si cabe a Snape por sus burlas constantes hacia Sirius, no quiere seguirle el juego, sólo desea mantenerse lo más alejado posible del profesor ahora que no tiene previsto dar más Pociones. Qué iluso.

Una vez en la mesa Harry se tiene que conformar con los postres, mientras que Dumbledore hace su habitual discurso de bienvenida. Como es de esperar, el director hace hincapié en los tiempos oscuros que están viviendo y en las férreas medidas de seguridad que se han instalado en Hogwarts para la protección de todos. Entonces suelta la bomba: Slughorn no será profesor de Defensa, sino de Pociones, mientras que Snape pasará a ser el profesor de Defensa contra las Artes Oscuras.

Harry está muy ofendido, claro, porque da la impresión de que Dumbledore evitó deliberadamente decirle qué asignatura iba a impartir Slughorn (y casi seguro que fue así, para evitarse líos). En todo caso, cabe preguntarse ¿por qué ahora?

En cursos pasados Dumbledore podría haberle dado el puesto a Snape antes que contratar a gente como Lockhart y Umbridge, pero no lo hizo. En mi opinión, hay dos motivos: el primero es que Dumbledore necesitaba que Slughorn volviera a Hogwarts, para así poder sacarle lo que sabe de Voldemort y sus horrocruxes. No es como si fuera a despedir a Snape sin más para que pudiera volver, así que le dio el otro puesto disponible, para el que está sobradamente preparado.

El segundo es que a Dumbledore sólo le quedan unos meses de vida, además de la aparente maldición que sufren los profesores de Defensa. Sabe que morirá de una forma o de otra, y cuando eso pase Voldemort ya no necesitará a un espía en Hogwarts. Si se hace con el control del colegio Snape será nombrado su director para guardar las apariencias, mientras que si Hogwarts sigue fuera de su alcance el profesor tendrá que huir por haberle asesinado. Ocurra lo que ocurra Snape no será profesor más de un año, así que puede serlo de Defensa.

Mientras discuten lo que ha pasado Harry y Ron se llevan un nuevo golpe: Hagrid ha asumido que sus tres amigos seguirán yendo a sus clases, pero ni ellos ni Hermione se van a apuntar para los ÉXTASIS de Cuidado de Criaturas Mágicas. Va a ser un gran palo para nuestro enorme amigo.

Esta semana empieza febrero; el texto de Pottermore del mes será sobre el encantamiento patronus, lo publicaré a finales de esta semana. ¡Que lo disfrutéis!

Observaciones y curiosidades:
  • El conjuro "episkeyo" (en el original episkey) proviene del griego episkevi, que significa "reparar".
  • Harry menciona haber visto a Dumbledore usar antes un patronus para mandar mensajes; esto fue en El Cáliz de Fuego, cuando Crouch apareció en los terrenos y Dumbledore usó su patronus para avisar a Hagrid.
  • El nuevo patronus de Tonks es un lobo (el animal, no un hombre lobo), representando a Lupin.

lunes, 22 de enero de 2018

Capítulo 7: El Club de las Eminencias

En el séptimo capítulo de Harry Potter y el misterio del príncipe, los chicos viajan a Hogwarts para el nuevo curso, y durante el trayecto Harry comete una estupidez que le va a salir muy cara.

Después de oír la conversación entre Draco y Borgin, Harry está preocupado, trazando teorías e hipótesis sobre lo que podría estar planeando. Esto no es nada extraño, lleva pasando desde el primer libro; la diferencia aquí es que Ron y Hermione no están apenas preocupados por lo que ande haciendo Malfoy. Dado que la última vez que sospecharon de él resultó ser una gigantesca pérdida de tiempo, tienen sus motivos para pasar de lo que esté haciendo, y nunca ha sido la persona más competente del mundo.

En realidad Harry tiene razón en sus sospechas, pues el arresto de su padre parece haber llevado a Draco a ser más impetuoso y serio en lugar de su arrogancia habitual, y aunque no tenga la capacidad de lograr lo que quiera que se proponga, es posible que por el camino alguien salga herido. En todo caso, Harry está demasiado obsesionado como para que sus deducciones puedan ser tomadas en serio, a pesar de que todas ellas son ciertas. Es una deliciosa ironía.

Entre una cosa y otra, llega el día de ponerse en marcha hacia Hogwarts. Antes de partir Harry se asegura de hablar con Arthur en privado y hacerle llegar sus suposiciones. Lo cierto es que esa fue una idea buena, mejor que la que tendrá después. Aunque en algunas cosas no haya madurado, está claro que en otras sí lo ha hecho.

Queda más claro que nunca en el tren: con Ron y Hermione en el vagón de los prefectos una vez más, y Ginny marchándose para quedar con Dean (con Harry extrañamente triste de verla marchar, guiño guiño), Harry se encuentra rodeado de fans oportunistas, pero prefiere estar con sus amigos Neville y Luna, dejándole esto bien claro a Romilda Vane. Es una contraposición tan directa a la situación del año anterior que está claro que Rowling la escribió a propósito para destacar el crecimiento de Harry.

En lo que respecta al evento que pone su título al capítulo, Slughorn aprovecha el viaje para empezar a reclutar a alumnos prometedores para su club de élite. Harry está incluido, por supuesto, y el profesor invita a otros alumnos en cuya familia se encuentren famosos, entre ellos Neville. Por supuesto, esto no es garantía de nada, pues lo que Slughorn valora es la valía propia. Por eso invita a Ginny tras ver de primera mano lo que sabe hacer, y pasa enseguida de otros como Belby que no llegan a lo que espera de ellos.

Una vez terminada la incómoda reunión, a Harry se le ocurre seguir a Blaise hasta el compartimento que comparte con Malfoy, Crabbe, Goyle y Pansy, y quizás enterarse de algo de lo que trama el primero. Esto sería una buena idea de no ser porque:

a) El viaje está a punto de terminar, con lo que si Malfoy fuera a contarles algo a sus amigos ya lo habría hecho.

b) Por la misma razón, Harry no podrá salir hasta que Malfoy y los otros se hayan ido del compartimento, con lo que no podrá cambiarse a la túnica del colegio y preocupará a sus amigos, además de arriesgarse a no poder bajar a tiempo del tren.

c) El compartimento es pequeño, y por muy invisible que seas es difícil que nadie se tope contigo en un espacio reducido que comparten cinco personas.

Efectivamente, aunque consigue colarse, Malfoy se da cuenta de que algo pasa, no cuenta nada que le incrimine especialmente y cuando todos los demás se han ido pilla a Harry por sorpresa y le deja inmovilizado en el tren, e invisible, así que se arriesga hasta a que el tren se vaya con él dentro.

Puede que Harry haya madurado, pero, francamente, aún le queda mucho por hacer.

Observaciones y curiosidades:
  • En inglés este capítulo se titula Slug Club, haciendo referencia al apellido de Slughorn. Slug significa "babosa" en inglés, y es en el original el título del club en sí, aquí llamado "de las eminencias".
  • En el original se menciona que Neville parece decepcionado de oír que no habrá más reuniones del ED.
  • Los nogtails son criaturas mágicas parecidas a lechones que viven en zonas rurales.

lunes, 15 de enero de 2018

Capítulo 6: Draco se larga

En el sexto capítulo de Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry y los otros viajan al callejón Diagon para comprar sus cosas de Hogwarts, pero de nuevo las cosas han cambiado mucho.

Una vez instalado, Harry se dispone a pasar un buen verano en la Madriguera con sus amigos, incluso celebrando su cumpleaños con ellos por primera vez; lamentablemente, las noticias de asesinatos y desapariciones empañan lo que deberían ser unas vacaciones memorables. Intentar seguir con la vida durante los tiempos de guerra será un tema habitual en este libro.

Por esa razón Molly no quiere que vayan con ella y Arthur al callejón Diagon (hace ya tres años que Harry no va entre unas cosas y otras), pero ellos insisten, porque quieren visitar a Fred y George y ver su tienda. Al final acceden, con el Ministerio aportando transporte y escolta (por suerte, Hagrid es quien les acompaña al callejón).

La presencia de Hagrid, y el encuentro con Draco en Madame Malkin, traen consigo los recuerdos de la primera visita al callejón, que en aquel entonces estaba lleno de vida y maravillas mágicas. Sin embargo, ahora está vacío, árido y casi muerto, con compradores atemorizados de estar al aire libre, y poblado de buscavidas aprovechados que han tomado el relevo de los comerciantes honrados. Si hay alguna muestra clara de los estragos de la guerra, es esta.

Asimismo, lo que su día fue un primer encuentro de dos futuros estudiantes con visiones diferentes pero con algunas similitudes es ahora una proclamación pública de enemistad, con Harry y Draco dispuestos incluso a emitir amenazas en público sin miedo alguno. Ahora ya se conocen más de lo que les gustaría, y la curiosidad mutua que pudieran haber sentido el uno por el otro se ha convertido en desprecio manifiesto.

Por suerte, podemos evadirnos de todo el mal rollo en la flamante tienda de artículos de broma de Fred y George, que, lejos de dejarse arrastrar por todo el pesimismo, han redoblado sus esfuerzos para darle a la gente la alegría que tanto necesitan, y con un gran éxito.

Los gemelos no han perdido el tiempo, y además de los productos que les hemos visto inventar durante la saga, se han diversificado y han creado secciones especializadas, que están teniendo mucha acogida. Fred y George son amables y están dispuestos a ayudar personalmente a su clientela, pero son duros con los rateros y no se permiten hacer descuentos a familiares o a amigos (Harry es la única excepción porque es gracias a él que tienen el negocio). Tienen futuro como empresarios.

Cuando ven a Draco escabullirse solo al callejón Knockturn, Harry, Ron y Hermione le siguen a hurtadillas para saber qué trama. Una vez allí, espían una críptica conversación entre él y Borgin, sin saber que están hablando precisamente del objeto que les está dificultando verle bien y saber de qué habla (qué ironía). Lo único que está claro es que Malfoy planea algo, y no puede ser bueno. ¿De qué se tratará?

Observaciones y curiosidades:
  • Rowling tenía planeado incluir a Florean Fortescue en la historia en un papel más importante, de ahí su misteriosa desaparición; sin embargo, al final decidió ir por otro camino. Más información aquí.
  • El tema de Lord Kakadura es un intento (no demasiado malo) del traductor para adaptar lo que en inglés se llamaba U-NO-POO (tú no cagas, dicho de forma casual), que se mofaba de you-know-who (ya sabes quién), uno de las formas de evitar decir el nombre de Voldemort.
  • Malfoy hará uso del polvo peruano de oscuridad instantánea para escabullirse de la Orden tras colar a los mortífagos en Hogwarts (haciendo uso de la Mano de la Gloria para encontrar su camino en la oscuridad). Asimismo, Harry usará un detonador trampa para poder colarse en el despacho de Umbridge sin ser visto durante su inflitración en el Ministerio.
  • El puffskein es una criaturita esférica de color natillas que come de todo y es muy popular como mascota infantil. Según Ron en sus anotaciones de Animales fantásticos, él tenía uno pero Fred lo usó para entrenarse con la bludger y nunca más se supo. 

martes, 9 de enero de 2018

Capítulo 5: Flegggrrr

En el quinto capítulo de Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry se despierta en una Madriguera un tanto diferente a lo que esperaba.

De vuelta en la Madriguera a las primeras horas de la madrugada, Molly es la única de la familia que está levantada, acompañada por una deprimida Tonks (más sobre eso en las curiosidades). Cuando ella y Dumbledore se marchan, Molly y Harry empiezan a charlar.

Molly parece mucho más contenta de lo que estaba el verano anterior: puede ser por estar junto a su familia y en su casa en vez de en Grimmauld Place, por no tener a Fred y George en la nuca todo el rato (hasta reconoce que estaba equivocada con ellos, lo cual es decir mucho), por el ascenso de Arthur o un poco de todo. En cualquier caso, es agradable verla así incluso en las circunstancias presentes, y cuando Arthur llega de trabajar Harry se va enseguida a la cama, dejándoles en su intimidad.

A la mañana siguiente es despertado bruscamente por sus amigos, que corrieron a verle en cuanto supieron de su llegada. Los tres y Ginny charlan animadamente, poniéndose al día, y Harry se entera de la única novedad en la Madriguera que Molly no tuvo a bien contarle la noche anterior: Fleur Delacour.

Ahora que Bill y Fleur se han prometido, la futura novia está viviendo en la Madriguera, para el fastidio de Molly, Ginny y Hermione, y la absoluta felicidad de Ron. No está muy claro si los genes de veela de Fleur la hacen tan repelente para las mujeres como atrayente para los hombres, o si es una mezcla de envidia y fastidio lo que tiene a las chicas de tan mal humor respecto a ella. Harry, sabiamente, prefiere mantenerse al margen.

Cuando se queda solo con Ron y Hermione, Harry ve que ha llegado el momento y les cuenta a sus amigos lo referente a la profecía (de manera un tanto abreviada, eso sí). Por fortuna, su fe en ellos es fundada, y ambos aceptan la nueva situación con entereza y naturalidad, tranquilizando a su amigo.

De hecho, quizá estén demasiado tranquilos, pues son rápidos en pasar a otros temas, como las posibles cosas que Harry pueda aprender de Dumbledore en sus clases particulares o si habrán aprobado los TIMO, en lugar de pensar en lo que implica que Voldemort tenga que caer a manos de Harry, o Harry a manos de Voldemort. Me parece que estos chicos ya han pasado por demasiadas cosas en lo poco que llevan de vida, es difícil empatizar con ellos en ese sentido.

Con lo que sí podemos empatizar es con su actitud hacia recibir unas notas que marcarán los pasos a seguir durante el resto de nuestra vida. Ya sea la Selectividad, o en general cualquier examen de estudios superiores, los que hemos pasado por ello nos veremos a nosotros mismos representados en nuestros héroes en este momento.

Aparte de algunos suspensos no importantes, nuestros protagonistas han visto sus esfuerzos recompensados; aunque Harry no ha conseguido por poco la nota necesaria para continuar con los estudios requeridos a los aurores (o eso piensa él), está conforme con lo conseguido, y aunque no sabe qué hará en el futuro tiene esperanzas respecto a él. Eso es lo importante.

Observaciones y curiosidades:
  • En el original, este capítulo se titula An Excess of Phlegm (Un exceso de Phlegm), que referencia a los ataques de flemas. Este contexto del mote burlón a Fleur se pierde en la traducción. 
  • Tonks y Molly estaban hablando de los problemas sentimentales de la primera con Lupin cuando Harry y Dumbledore aparecieron. Esa es la razón de que esté tan apagada y de que Molly la invite tanto a comer, por más que Ginny y Hermione quieran pensar otra cosa. Notad que Hermione sabe que Lupin ha estado hablando con ella, pero no lo capta.
  • En el original, Molly dice que el reloj empezó a apuntar al peligro de muerte para todos desde que Voldemort se reveló al público, lo que significa que fue hace varias semanas, no desde hace un año como implica la traducción.
  • Hermione se quedará con el ojo morado hasta que vayan a la tienda de Fred y George, varias semanas después. Hay que imaginarla perdiendo la cabeza por las notas mientras tiene un ojo negro.
  • Harry se explica a sí mismo las malas notas en Adivinación e Historia de la Magia, pero el aprobado raspado en Astronomía también se explica por estar distraído cuando Umbridge atacó a Hagrid en los terrenos durante el examen.
  • En las primeras ediciones se dijo erróneamente que Hermione daba once asignaturas en lugar de diez.

miércoles, 3 de enero de 2018

Los 40 originales

El texto de este mes, el primero del año, trata sobre los interesantes bocetos de Rowling para los personajes de la saga. Veamos qué nos depara:

"Pensamientos de J. K. Rowling

Dos de mis posesiones más preciadas son un par de pequeños cuadernos de notas, que contienen mis primeros bosquejos de Harry Potter. La mayoría de lo que hay escrito en ellos nunca llegó a usarse en la serie, aunque es sorprendente encontrarse con alguna línea de diálogo ocasional que llegó tal cual a la publicación.

En uno de los cuadernos hay una lista de cuarenta nombres de estudiantes en el año de Harry (incluyendo a Harry, Ron y Hermione), de las cuatro casas, con pequeños símbolos al lado de los nombres para marcar la ascendencia de cada uno.

Aunque imaginaba que habría bastante más de cuarenta estudiantes en cada curso en Hogwarts, pensaba que sería útil tener una proporción de los compañeros de Harry, y tener nombres a mano para cuando la acción tuviese lugar en la escuela.

Según evolucionaban las historias, cambié la ascendencia de algunos de los cuarenta originales. Aunque algunos nunca llegaron a aparecer en los libros, yo siempre sabía que estaban ahí; algunos sufrieron de cirugía a sus nombres tras su primera creación; unos pocos emergieron del fondo para tener sus propias historias secundarias (Ernie Macmillan, Hannah Abbott, Justin Finch-Fletchley), y uno, Neville Longbottom, se desarrolló en un personaje muy importante. Es muy extraño mirar ahora a este cuadernito, manchado un poco de agua por alguna torpeza que ya he olvidado, y lleno de garabatos hechos con lápiz claro (sin duda obra de mi entonces pequeña hija Jessica), y pensar que mientras escribía aquellos nombres, y los redefinía, y los repartía en las casas, no tenía ni idea de adónde iban a ir (o adónde me iban a llevar a mí).

Aquí, entonces, están los cuarenta originales:

Abbott, Hannah
Bones, Susan
Boot, Trevor*1*
Brocklehurst, Mandy
Bulstrode, Millicent
Corner, Michael
Cornfoot, Stephen
Crabbe, Vincent
Davis, Tracey
Entwhistle, Kevin
Finch-Fletchley, Justin
Finnigan, Seamus
Goldstein, Anthony
Goyle, Gregory
Granger, Hermione (insertado a lápiz, véase entrada tachada más abajo)
Greengrass, Quennie
Hopkins, Wayne
Jones, Megan
Li, Sue
Longbottom, Neville (insertado con tinta, véase entrada tachada más abajo)
MacDougal, Isobel (nombre original Katrina tachado)
Macmillan, Ernest *2*
Malfoy, Draco (insertado con tinta, véase entrada tachada más abajo)
Malone, Roger
Moon, Lily (primer acercamiento a Luna Lovegood, este nombre nunca se usó, pero me dio una idea para una chica soñadora y mística. Fue nombrada antes de decidirme por el nombre de la madre de Harry.)
Nott, Theodore
Parkinson, Pansy
Patel, Madhari
Patel, Mati*3*
Perks, Sally-Anne
Potter, Harry
(Puckle, Hermione Tachado, nombre cambiado y reinsertado, véase más arriba)
(Puff, Neville Tachado, nombre cambiado y reinsertado, véase más arriba)
(Quirrel, tachado, usado después para el profesor)
Rivers, Oliver
Roper, Sophie
(Sidebottom, Neville tachado)
Smith, Sally (Georgina tachado)
(Spungen, cambiado a Spinks, Draco, todos tachados, reinsertados más arriba)
Thomas, Gary
Turpin, Lisa
Weasley, Ronald
Zabini, Blaise

*1* En los libros le llaman Terry.

*2* Ernie Macmillan, claro está.

*3* Aunque no lo dice, sin duda estas dos Patel fueron las versiones previas de Parvati y Padma Patil.

lunes, 1 de enero de 2018

Capítulo 4: Horace Slughorn

En el cuarto capítulo de Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry ayuda a Dumbledore en su astuto plan para conseguir que Slughorn, un antiguo profesor, vuelva a Hogwarts.

Este capítulo funciona bastante bien como un microcosmos de la mentalidad de Dumbledore, de cómo prepara y ejecuta sus planes a una escala pequeña pero significativa, y cómo aprovecha las características de las personas que tienen que intervenir para alcanzar su objetivo, muchas veces sin que ellos lo sepan.

Así, Dumbledore necesita que Slughorn vuelva a Hogwarts, pero no tanto para que ocupe su antiguo cargo (que también), sino para tenerle en posición de sacarle lo que sabe de Voldemort y sus horrocruxes. Conoce a su viejo colega, y sabe que tentarle con Harry, que ahora está en la cumbre de su fama, resultará efectivo.

Slughorn, como personaje, también es muy interesante: lejos de la mentalidad de ambicionar poder por la fuerza que profesan la mayoría de Slytherin que hemos visto, él busca obtener poder de una forma distinta, mediante intermediarios, y forja alianzas basándose en conectar entre sí a aquellos en los que percibe talento y un futuro brillante, que a sus ojos puede ser aún mejor gracias a él.

Lo interesante de esto es que para Slughorn el talento innato y la capacidad para destacar en el futuro se superponen a proceder o no de una familia exitosa o de sangre pura. Aunque sí que tiene prejuicios en ese sentido, veremos que está más que encantado a incluir en su grupo exclusivo a hijos de muggles o de familias poco conocidas si cree que lo merecen, mientras que tanteará a aquellos que tengan una genealogía destacable pero los descartará si no poseen un talento propio.

Es muy difícil deshacerse de los prejuicios que uno tiene, pero dejarlos a un lado en pos de la igualdad de oportunidades en su propio interés es lo que hace de Slughorn un Slytherin diferente (véase que Harry también tiene perjuicios con los miembros de Slytherin, incluso si acaba de conocerles).

Por supuesto, Slughorn sólo busca su beneficio, sentirse importante al influir en las personas importantes del futuro, pero los alumnos a los que recluta salen beneficiados a su vez al relacionarse con otros de su talento y aprovechando los contactos de Slughorn en el Ministerio, El Profeta y otros lugares influyentes para empezar su carrera de buena manera. Todos ganan.

Después del retorno de Voldemort, Slughorn, temeroso de su antiguo alumno y avergonzado de haberle ayudado a volverse inmortal, se mantuvo oculto del mundo mágico, moviéndose de manera discreta por el mundo muggle y alejándose de sus contactos. Cuando Dumbledore aparece con Harry, probablemente después de varias cartas solicitándole su retorno, Slughorn sabe de sus intenciones, y en el fondo le gustaría volver a Hogwarts. Pero tiene miedo, claro.

Dumbledore se imagina lo que piensa, así que le deja a solas con Harry para que charlen. Inevitablemente Slughorn termina vacilando de contactos a partir de Lily, que fue una de sus favoritas, y se da cuenta de lo que ha perdido al abandonar el contacto con todo el mundo. Cuando expresa sus miedos, Harry, que no está muy convencido con la actitud del profesor retirado, le contrarresta sus argumentos, y el director reaparece en el momento justo para rematar la faena (observad cómo deja caer que Hogwarts tiene medidas de seguridad mucho más elevadas como quien no quiere la cosa). 

Al final, el director consigue su objetivo, y advierte a Harry sobre la gran posibilidad de que Slughorn intente reclutarle, para que esté alerta (también parte de su plan para conseguir la información sobre los horrocruxes de Voldemort).

Para terminar, la escena del escobero resulta de lo más emocional: Dumbledore se sincera con Harry y le felicita por llevar la muerte de Sirius con tanto aplomo, confesando que no debería tener que sentirse bien, que se le permite sentirse fatal, más aún con todo el tema de la profecía. 

A su vez, Harry declara que no quiere sentirse mal por la muerte de Sirius cuando su padrino sería el primero en sufrir viéndole así, y que la mejor forma de honrar su memoria es seguir luchando, una mentalidad muy madura y sabia.

Ahora, Harry vuelve de nuevo a la Madriguera, con la expectativa de contar a sus amigos todo sobre la profecía, y también de saber las notas de su TIMO, que repercutirán en la carrera que quiera perseguir en el futuro. Veamos cómo se da.

Ante todo, ¡Feliz 2018! Espero que hayáis tenido un buen fin de año. En los próximos días subiré la traducción de Pottermore de rigor, esta vez sobre los Cuarenta Originales, uno de los bocetos de Rowling. ¡Nos vemos!

Observaciones y curiosidades:
  • Dumbledore es muy cuidadoso en no revelar qué asignatura quiere que imparta Slughorn, jugando con la expectativa de Harry y del lector de que será Defensa contra las Artes Oscuras, como todos los años. Así además garantiza la colaboración de Harry, que podría haber sido más reacio de saber que Snape iba a ocupar ese puesto.
  • Por supuesto, el anillo que lleva Dumbledore es el de Sorvolo, antiguo horrocrux de Voldemort, causante de la herida de su otro brazo y la Piedra de la Resurrección. 
  • Slughorn frunce el ceño al ver el anillo: recordemos que Ryddle lo llevó un tiempo en Hogwarts. y lo tenía puesto cuando le preguntó por los horrocruxes, un recuerdo que Slughorn tiene bien grabado en su mente. ¿Quizá Dumbledore quería dejar claras sus intenciones?
  • Cuando Slughorn menciona que le hubiera gustado tener a Sirius y a Regulus en su casa, en el original dice que le hubiera gustado tener el pack completo, dando más pinta de coleccionista de la que ya tiene.
  • Dirk Cresswell será mencionado en Las Reliquias de la Muerte al ser un empleado del Ministerio hijo de muggles. Intentó falsificar su árbol genealógico para librarse de la persecución, pero fue descubierto por Runcorn, el empleado del que se disfrazará Harry en su infiltración del Ministerio. Pudo darse a la fuga, pero al final fue tristemente asesinado por los Carroñeros.