Páginas

Páginas relacionadas

lunes, 28 de agosto de 2017

Capítulo 28: El peor recuerdo de Snape

En el capítulo 28 de Harry Potter y la Orden del Fénix, la marcha de Dumbledore causa que Umbridge tome el mando de Hogwarts, y la tensión resultante lleva a Harry a cometer el error más fundamental de su vida.

En ausencia de Dumbledore, Fudge ha impuesto a Umbridge como directora de Hogwarts, con todo lo que ello conlleva. Para empezar, esto le da más autoridad de la que ya tenía, y convierte a Malfoy y a su panda en su ejército personal con privilegios para quitar puntos a su gusto, además de reclutar a Filch para tener el colegio controlado.

Por contra, el resto de alumnos y profesores no están nada conformes con la nueva situación, y lo dejan claro de varias formas. Los gemelos, ya decididos a marcharse, deciden dejarse de bromas tontas y pasan a la acción, encendiendo todos sus fuegos artificiales experimentales a la vez y desatando el caos por el colegio. No cabe duda de que los profesores podrían haberse librado de las deflagraciones sin demasiados problemas, pero demuestran su descontento dejando que Umbridge cargue con la tarea, sin mucho éxito por su parte. Lo que me he podido reír.

Umbridge también sale escaldada en su intento de sonsacarle a Harry la localización de Dumbledore y Sirius. No sólo gasta todo el veritaserum que Snape le d cuando necesitaba nada más que tres gotas (si llega a beberlo, y hubiese sido auténtico, a lo mejor hasta se pone enfermo por sobredosis), sino que es increíblemente obvia en su intento de que beba, y no se da cuenta de que está fingiendo antes de dejarle ir sabiendo lo que sospecha, por no hablar de revelarle sin pretenderlo que su chimenea no está vigilada.

No por todo esto va a estar Harry más contento; se culpa de la marcha de Dumbledore y se divide entre tratar de practicar bien la oclumancia como le dijo el director y averiguar qué es lo que quiere Voldemort del Departamento de Misterios. Al final acaba sucumbiendo a la tentación, pero está más preocupado de la reacción de Snape respecto a la sala misteriosa que de las consecuencias de no tomárselo en serio. Ése será el problema.

Antes de una de sus clases particulares Harry se topa con Cho, y tienen una discusión sobre Marietta que pone punto final a su relación. Aquí tengo que decir que se nota que Rowling se pone en el lugar de Harry más de la cuenta, pues Cho está en lo cierto al decir que Hermione no tenía derecho a embrujar el pergamino de firmas sin el conocimiento ni la aprobación de los demás (y eso incluye a Harry y Ron, que se enteraron tras firmar; los otros ni eso), pero por supuesto Harry también lo está al decir que Marietta no tiene excusa por lo que ha hecho. Los dos tienen su parte de razón, pero no son capaces de ponerse en el lugar del otro; ni han podido hacerlo antes ni podrán hacerlo en el futuro, así que es mejor para ambos que su relación no llegue más lejos.

En ese estado de cabreo Harry está vulnerable ante Snape, pero por suerte es "salvado" por Malfoy, si bien a costa de futuras burlas. Por un momento parece que Harry se va a conformar con su suerte, pero como pasó casi un año antes, se deja llevar por la luz del pensadero. La diferencia es que ahora sabe de sobra lo que es, y que meterse en un recuerdo de Snape (es más, uno que claramente él no quiere que vea) es una idea horrible, pero horrible de verdad.

Y aun así lo hace, por que es un adolescente que está sometido a mucho estrés, y que acaba de pasar por una ruptura; es de esperar que haga cosas absurdas. Parece que esperaba conseguir información sobre el Departamento de Misterios, así que se sorprende de encontrarse a Snape en medio de sus TIMO, como él estará en poco tiempo.

Como es de esperar, en cuanto ve a su padre y a sus amigos se acerca a ellos, pues le interesa más saber cómo eran a su edad, vivir de cerca las historias que ha oído. Y lo que ve no le gusta ni un pelo, pues resulta que su padre era tan abusón con Snape como Malfoy con él, incluso más, y cuando Lily aparece en escena queda claro que no quiere tener nada que ver con James, para la confusión y el horror de Harry.

Y para horror, la reacción de Snape al pillar a Harry. El chico no sabe por qué Snape no quería que viese ese recuerdo (y los lectores no lo sabremos hasta Las Reliquias de la Muerte), pero su furia, primero con falsa calma y comentarios tensos falsamente agradables y finalmente con gritos manifiestos, es tan poco habitual en Snape que da un miedo increíble. Harry huye, pero no es el profesor lo que le da más miedo: es haberse dado cuenta de que su padre no era quien él creía, y eso para él es lo más aterrador de todo.

Observaciones y curiosidades:
  • En las primeras ediciones, Ernie le recuerda a Malfoy que los prefectos no pueden quitar puntos, y Ron afirma que ellos lo saben bien, pues también son prefectos. Dado que Percy le quitó puntos a Ron en La cámara secreta, la línea de Ernie se cambió posteriormente a que los prefectos no pueden quitarles puntos a otros prefectos, y la línea de Ron se eliminó.
  • El armario evanescente en el que cae Montague es el que Peeves rompió en La cámara secreta; Montague se quedó atrapado en un limbo entre Hogwarts y la tienda Borgin y Burkes, y tras recuperarse le contará a Malfoy lo que vivió, dándole la idea de reparar el armario para que los mortífagos entren en Hogwarts.
  • Evidentemente, las siglas L.E. que James garabatea en su examen son de Lily Evans.
  • El conjuro no verbal que usa James para poner a Snape boca abajo es levicorpus, conjuro que para más injuria inventó el propio Snape, algo que le molesta muchísimo y que le dirá a Harry cuando intente usarlo contra él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario