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martes, 22 de agosto de 2017

Capítulo 27: El centauro y el chivatazo

En el capítulo 27 de Harry Potter y la Orden del Fénix, la clase de Firenze precede al triste final del ED, con devastadoras consecuencias.

Siguiendo del capítulo anterior, Harry y los otros tienen su primera clase de Adivinación con Firenze, que demuestra ser un profesor de lo más particular.

Está claro que los centauros son seres muy diferentes a los humanos. Si bien no cabe dudar de las capacidades adivinatorias de Firenze, es evidente que su forma de dar clase no tiene nada que ver con la de cualquier profesor humano. En lugar de seguir los parámetros de la asignatura busca ir a la base, que los alumnos se cuestionen lo que ven y que se den cuenta de que siempre hay una perspectiva superior. Es un buen planteamiento, pero hay que reconocer que no les servirá de mucho a los alumnos para los TIMO.

La segunda parte del capítulo es la que será la última reunión del ED. Empieza muy bien, con los chicos aprendiendo a usar el patronus, eso sí, sin dementores con los que practicar como hizo Harry, así que lo tienen más fácil. Además, es la primera vez que Seamus acude a una reunión.

Lamentablemente, Umbridge está al acecho. Tras recibir el chivatazo de Marietta está juntando a varios alumnos de Slytherin para la redada; por suerte, Dobby se entera y se apresura a avisar a Harry, y gracias a eso todos los demás pueden escapar a tiempo. No es así con Harry, que es atrapado de manera poco digna por Malfoy y llevado por Umbridge al despacho de Dumbledore, donde se han juntado el director, la subdirectora, el ministro y dos aurores guardaespaldas, uno de ellos Kingsley. Ah, y Percy.

Está claro que Fudge trata de montar otro espectáculo, porque técnicamente aquello es un asunto del colegio y nada más. Aunque Harry está dispuesto a dar la cara y desafiar al ministro, tras un sutil gesto de Dumbledore empieza a negarlo todo, para frustración de Fudge.

Igual que en el juicio, Dumbledore empieza a desmontar los argumentos de Umbridge y Fudge uno a uno, con la ayuda de un sigiloso conjuro de desmemorización obra de Kingsley. Al final, parece que todo lo que pueden demostrar es una reunión no ilegal en el Cabeza de Puerco y una posible reunión aquella noche que podría o no haberse celebrado.

Es una suerte que la maldición del chivato surtiera efecto antes de que Marietta dijera demasiado, y que una vez activada ella no quisiera decir más, pero da un poco de pena. Marietta nunca quiso entrar al ED, fue por no dejar sola a Cho y estuvo prácticamente obligada a firmar un documento con un riesgo del que no se le había notificado ni a ella ni a nadie. Al final, no pudo soportar la presión y confesó, con el resultado de que ha acabado marcada de por vida y objeto de un conjuro desmemorizante por sorpresa, y al parecer también una modificación de memoria sin su consentimiento.

Dumbledore lo está haciendo de maravilla para capear la situación, pero frente la lista de nombres no pueden hacer demasiado, y decide cargar con la culpa y con las consecuencias. Ante el pavor de Harry, que ve a lo que han llegado sus aspiraciones, el director "confiesa" estar montando un ejército para derrocar al Ministerio, y se deshace fácilmente de sus oponentes antes de darse a la fuga.

Aunque el ED fue sin duda una buena idea, e hicieron todo lo posible por mantenerlo a flote y lo más secreto posible, siempre estuvo ahí la posibilidad de que los descubrieran, y era algo que todos tenían presentes. Con lo que no contaban es con que Dumbledore cargara con la culpa, eso es muy duro.

Los miembros del ED se han librado de la expulsión, pero han perdido a su director y ahora Umbridge tendrá más libre albedrío que nunca. Las cosas no pintan bien.

Observaciones y curiosidades:
  • Firenze deja entrever que están en un periodo entre dos guerras, y predice que pronto volverá la guerra. No se equivoca.
  • El mensaje de Firenze para Hagrid es sin duda sobre Grawp. Harry, Ron y Hermione deberían haber insistido más en saber qué le pasa a su amigo. 
  • Dado que Marietta ya se había chivado, no podía estar en la reunión, pero no se comenta nada, incluso aunque Cho sí está allí e interviene.

2 comentarios:

  1. Todo período de paz es período entre dos guerras... Firenze es igual de chamuyero que Trelawney

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    1. Pues si,pero lo disimula un poquito más

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