Madre mía. Tal y como terminó el capítulo anterior, nadie se esperaría que las cosas fueran a continuar de esta manera. Todo comienza normal, con Harry y los Dursley desayunando la mañana siguiente y la narración aún recapitulando las cosas que ya sabemos y que no se contaron en el anterior capítulo, como quiénes son los Dursley y tal.
Mención a ese fugitivo misterioso apellidado Black, ¿quién será? Pero la clave del capítulo es la revelación de que la hermana de Vernon, Marge, va a pasar una semana en la casa, y eso son malas noticias para Harry, pero malas de verdad; aunque ya se la mencionó brevemente en el primer libro, es ahora cuando se la presenta del todo, y no es exactamente un personaje a quien vayamos a adorar.
Marge es el resultado de coger a Vernon en sus peores momentos y multiplicar su mal carácter varias veces, con un toque de los mimos excesivos de Petunia por Dudley en detrimento de Harry. Marge es simplemente un personaje detestable, que cree estar en un nivel superior de la sociedad y que siente la necesidad continua de echar abajo a aquellos que según ella deben estarlo, Harry en este caso. Es como pasa con los Malfoy, pero sin elementos mágicos en este caso, y similar a cómo actúan muchas personas en el mundo real.
Es interesante comparar su comportamiento con el de los Dursley: los Dursley desprecian a Harry y no dudan en hacérselo saber cuando tienen ocasión, como la mirada de asco al principio del capítulo, pero no dedican su vida a tratarle mal y generalmente le ignoran, además de que le dejan quedarse algún tiempo en su casa para que no le maten y eso. Por otro lado, Marge quiere tener a Harry cerca todo el tiempo sólo para poder criticarle y dejarle claro que no está al mismo nivel que su familia, degradándole para divertirse. Es un acoso constante que puede llevar o al sometimiento depresivo o a un estallido de furia, que es lo que sucede.
Es de admirar que Harry aguantara tanto tiempo esta situación (sabes que es demasiado cuando hasta Vernon se da cuenta de que la cosa no pinta bien y hace algún intento, aunque poco firme, de separar a su hermana de Harry), aunque fuera por conseguir la autorización para Hogsmeade. Hago un inciso para decir que es muy significativo de su evolución de que se atreva a hacer un trato con su tío, casi amenazándole. Recordando lo sumiso que era antes, es un gran paso.
Por supuesto, todo tiene un límite, y cuando Marge comienza a insultar a los padres de Harry basándose en lo poco que sabe de ellos (y casi todo es mentira), ahí ha cruzado la línea. Puede ser que hinchar a Marge como un globo fuera un acto inconsciente (si bien extremadamente catártico), pero Harry ya ha tenido bastante de que le traten como a un felpudo.
Ahora Harry está solo, con sus amigos en el extranjero y sin Hedwig para poder mandar mensajes, por no hablar de que ha realizado magia siendo menor de edad y delante de muggles, acto por el que se puede considerar expulsado de Hogwarts y posiblemente perseguido por el Ministerio de Magia. Si, las cosas no tienen muy buena pinta.
Observaciones y curiosidades:
- El recuerdo de cuando el perro de Marge persiguió a Harry hasta un árbol volverá mientras practica oclumancia con Snape. No le hizo ninguna gracia que el profesor viera eso, lógicamente.
- En el original, cuando Marge dice que de tal palo tal astilla, está diciendo directamente que de mala perra mal cachorro, insultando a la madre de Harry. No es raro que estallara.
- El comentario de Marge sobre Lily siendo la oveja negra de la familia en comparación con Petunia me recuerda a lo que dijo Hagrid cuando conoció a Harry, que era básicamente lo contrario. Curioso.
- En realidad, el padre de Harry no trabajaba, pero se debe a que él y Lily se unieron a la Orden del Fénix nada más salir de Hogwarts y estaban en guerra, además de que tenían suficiente dinero heredado para estar unos años sin tener que trabajar. Véase para más información mi entrada sobre la familia Potter.
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