El texto de Pottermore de esta semana trata sobre Nicolás Flamel, el alquimista inventor de la Piedra Filosofal, que existió de verdad en la antigüedad (aunque no era un mago, claro), y que hizo su aparición al fin en Los crímenes de Grindelwald. A ver qué nos cuentan sobre él:
Pensamientos de J.K. Rowling
"Nicolás Flamel fue una persona real. Leí sobre él cuando tenía veintipocos y me topé con una de las versiones de la historia de su vida. Contaba cómo había comprado un misterioso libro llamado El libro de Abraham el Judío, que estaba lleno de extraños símbolos y que, Flamel descubrió, eran instrucciones sobre alquimia. La historia decía que desde entonces hizo del trabajo de su vida producir la Piedra Filosofal.
El verdadero Flamel fue un rico hombre de negocios y un filántropo notable. Hay calles en París nombradas por él y su esposa Perenela.
Recuerdo tener un sueño muy detallado y excepcionalmente vívido sobre Flamel, varios meses después de empezar a escribir La Piedra Filosofal, que fue como un cuadro renacentista que cobraba vida. Flamel me conducía por su abarrotado laboratorio, que estaba bañado en una luz dorada, y me mostraba exactamente cómo hacer la Piedra (ojalá recordara cómo hacerlo)."
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