En el capítulo 34 de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Harry se pone en marcha hacia su final.
¿Qué hacer cuando sabes que vas a morir? Esta es la pregunta que se hace Harry al volver al mundo real. Desde un principio su destino fue morir para asegurar la caída de su enemigo, y ha llegado el momento de cumplir con lo que debe.
Hay dudas, pero no negación: Harry entiende que es lo que tiene que hacer y que debe hacerlo, y quiere hacerlo. Pero, como es lógico, de quererlo a hacerlo hay un gran trecho. Todo el camino desde el despacho de Dumbledore hasta el territorio de Voldemort en el bosque supone una larga media hora, en la que Harry se acerca a su destino paso a paso. Todo lo que es importante comienza con el primer paso.
Al principio es sencillo; el camino por los pasillos vacíos no supone un obstáculo. Pero al llegar al vestíbulo Harry tiene que enfrentarse a la realidad de la situación: todos han perdido a alguien, y no van a consentir que él se pierda también, mucho menos voluntariamente. Harry toma la opción del cobarde y se oculta bajo su capa de invisibilidad. Despedirse podría ser un impedimento para hacer lo que tiene que hacer, y no podría soportarlo.
Sin embargo, en los terrenos hay más obstáculos: Neville está ayudando a recoger más cuerpos de los caídos. Neville, el chico que podría haber sido el elegido, y que a pesar de todo superó sus propios obstáculos para convertirse en alguien admirado, y un gran líder a quien Harry y muchos otros respetan. Dice mucho que sea con él con quien se quite la capa, y a quien le confía la misión de matar a Nagini. Neville sabe que pasa algo, pero entiende que su amigo no quiera contárselo. Confía en él, y seguirá luchando junto a todos los demás pase lo que pase.
Más difícil le resulta toparse con Ginny, que está consolando a una pobrecilla que quiere volver a casa, y las palabras que ella le dedica suenan vacías. Quizá ella misma se pregunta si no debió quedarse en lugar seguro, y ahora que su hermano ha muerto tendrá miedo por el resto y por Harry. Aquí nuestro protagonista no se revela; hay quien diría que podría haber aprovechado para despedirse, un último beso o tal vez algo más, pero no pudo ser. El dolor de dejarla sin más es preferible al dolor de arrancarse de sus brazos.
Al llegar al bosque, los dementores sumen a Harry en un profundo pesar. ¿Servirá de algo su sacrificio? ¿Por qué tenía que ser él? ¿Por qué tuvieron que morir todos los demás si él podía haber muerto primero y ellos seguir vivos? ¿Es este el final de todo, se acabará realmente todo a su muerte?
El final. Es ahora, cuando todo termina, que Harry entiende lo que Dumbledore quería para él, para lo que le legó la snitch: saber que, cuando te vas a enfrentar a la muerte, es más fácil con tus seres queridos a tu lado. Que, si hay algún momento en el que los muertos deben volver, es para acompañar a aquellos a los que quieren a reunirse con ellos. Una vez entendido esto, Harry puede usar al fin la Piedra de la Resurrección, y reunirse con sus padres, Sirius y Lupin una vez más.
No son fantasmas ni ecos, son las almas de los que ya han partido, que han vuelto para estar con Harry y ayudarle en este trance fatal. Quizá sepan lo que va a ocurrir, pero eso no es importante. Lo importante es su compañía, con la cual Harry se siente más seguro y puede superar a los dementores y llegar hasta el claro en el que Voldemort ha montado su base.
Una vez allí, los seres queridos de Harry desaparecen, pero ya han hecho su parte; ahora él debe demostrar entereza, y despojarse de su capa invisible, su último y fiel escudo, para enfrentarse a la muerte, tal como hizo su antepasado hace tantos años. Un último obstáculo en la forma de Hagrid, afortunadamente vivo, no merma la decisión de Harry.
Curioso de ver a su némesis aparentemente decidido a aceptar su muerte, Voldemort vacila un momento, quizá temeroso de que Harry tenga algún plan. Pero eso pronto termina, y Harry se prepara para enfrentarse al que es su primer recuerdo y parece que será el último: un destello de luz verde, seguido de oscuridad.
Pero esta historia aún no ha terminado.
Esta semana subiré el texto de Pottermore de Julio. ¡Nos vemos!
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