Volvemos después de las vacaciones con el texto de Rowling sobre la sala común de Hufflepuff, la única que no visitamos durante la saga. ¿Cómo será?
"A la sala común de Hufflepuff se entra por el mismo pasillo que a las cocinas de Hogwarts. Prosiguiendo tras el gran bodegón que forma la entrada a esta última se pueden encontrar unos grandes barriles apilados en la parte derecha del pasillo. El segundo barril desde abajo se abrirá si se toca en el ritmo de Helga Hufflepuff*1*. Como sistema de seguridad para los que no sean de Hufflepuff, tocar el barril equivocado o el número incorrecto de veces resultará en que uno de los otros barriles se abra, cubriendo al intruso de vinagre.
Un pasadizo arenoso dentro del barril sube en una pequeña cuesta hasta revelar una acogedora habitación redonda de techo bajo, similar a la guarida de un tejón. La habitación está decorada con los alegres colores del negro y el amarillo, como los de la abeja, enfatizados por el uso de madera muy pulida y de color miel para las mesas y las puertas redondas que llevan a los dormitorios de las chicas y los chicos (amueblados con cómodos bastidores en las camas, todos cubiertos de mantas de patchwork).
Una colorida profusión de plantas y flores parece deleitar la atmósfera de la sala común de Hufflepuff: varios cactus dispuestos en estanterías circulares de madera (curvadas para encajar en las paredes), muchos de ellos saludando y bailando cuando alguien pasa por su lado, mientras que unos portaplantas con fondo de bronce que cuelgan del techo hacen que hilos de enredaderas y helechos te rocen el pelo si pasas por debajo.
Un retrato sobre la repisa de madera de la chimenea (tallado por todas partes con tejones bailarines decorativos) muestra a Helga Hufflepuff, una de los cuatro fundadores de la escuela, brindando hacia sus estudiantes con una pequeña copa de dos asas.*2* Una ventanas pequeñas y redondas justo al nivel del suelo del castillo muestran unas vistas agradables de la hierba y los dientes de león, y ocasionalmente pies que van de un lado a otro. Teniendo en cuenta estas vistas bajas, la sala parece estar soleada de forma perenne."
Pensamientos de J.K. Rowling
"Cuando planeé la serie en un principio, esperaba que Harry llegara a visitar las salas comunes de las cuatro casas durante su tiempo en Hogwarts. Llegó un punto en el que me di cuenta de que nunca iba a existir una razón válida para entrar en la sala de Hufflepuff. Aun así, para mí es tan real como las otras tres, y siempre sabía exactamente adónde iban los de Hufflepuff cuando se dirigían hacia las cocinas después de las clases."
*1* (Nota de la autora) La complejidad o falta de esta de la entrada a las salas comunes podría dar una idea aproximada de la reputación intelectual de cada casa: Hufflepuff tiene un portal que no cambia y que requiere un toque rítmico; Slytherin y Gryffindor tienen portales que desafían por igual a todos los que aspiran a entrar, el primero con una entrada oculta casi imperceptible y una contraseña variada, y el segundo con una guardiana caprichosa y contraseñas que cambian frecuentemente. Manteniendo su reputación como la casa con las mentes más ágiles de Hogwarts, la puerta a la sala común de Ravenclaw presenta un nuevo desafío intelectual o filosófico cada vez que una persona llama.
Aun así, no hay que concluir de esto que los Hufflepuffs sean tontos o zoquetes, aunque en ocasiones se les ha caracterizado así de manera cruel. Varios cerebros sobresalientes han emergido de la casa de Hufflepuff a lo largo de los siglos; es simplemente que estas buenas mentes estuvieron aliadas con las sobresalientes cualidades de la paciencia, con una fuerte ética de trabajo y con la constancia, todas marcas tradicionales de la casa de Hufflepuff.
*2* Esta copa debe de ser la que Voldemort convirtió en un horrocrux; recordemos que se la robó a Hepzibah Smith, quien afirmaba ser descendiente de Helga Hufflepuff.
La semana que viene proseguiremos con las reseñas de Las Reliquias de la Muerte. ¡Nos vemos!
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