El pequeño texto de este mes trata sobre los nombres que los magos ponen a sus hijos. Veamos qué nos cuentan:
"Los padres magos dan a sus hijos una gran variedad de nombres, algunos que podríamos considerar nombres muggles (p. ej., James, Harry, Ronald), y otros que dan un sabor distintivo de personalidad a su portador (p. ej., Xenophilius, Remus, Alecto).
Algunos magos tienen una tradición familiar para los nombres. La familia Black, por ejemplo, gusta de llamar a sus hijos por estrellas y constelaciones (lo que muchos dirían que está en línea con su ambición y su orgullo). Otras familias de magos (como los Weasley y los Potter) simplemente escogen sus nombres favoritos para sus hijos, y lo dejan así.
Un determinado sector de la comunidad mágica, sin embargo, sigue la antigua costumbre mágica de consultar a un adivino de nombres, que (normalmente a cambio de una cuantiosa suma de oro) predirá el futuro del niño y sugerirá un nombre apropiado.
Esta práctica se está volviendo cada vez menos frecuente. Muchos padres prefieren "dejar que él/ella encuentre su propio camino", y no les gusta (con buenos motivos) recibir pistas prematuras de aptitud, limitaciones, o en el peor de los casos, catástrofes. Madres y padres se han preocupado hasta la locura en su vuelta a casa tras visitar al adivino de nombres, deseando no haber oído sus predicciones sobre la personalidad y el futuro de su hijo."
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