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lunes, 24 de septiembre de 2018

Capítulo 6: El ghoul en pijama

En el capítulo 6 de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, las preparaciones de la boda consumen la vida en La Madriguera, mientras Harry, Ron y Hermione pretenden realizar sus propios planes.

Sin duda, Harry se siente un inútil en este capítulo. Después de hacer los preparativos con toda la intención de lanzarse a la aventura sin apenas un plan, y seguro de poder convencer a sus amigos de que le dejaran hacerlo solo, se ha encontrado con que sus preparativos son nada en comparación a lo que han hecho los demás.

Para empezar, la feroz negativa de Molly de dejarles irse le pilla desprevenido, y ninguno de los tres sabe muy bien cómo manejarlo. Lo cierto es que la madre Weasley plantea una pregunta interesante: ¿Por qué Dumbledore no confió en la Orden para encontrar y destruir los horrocruxes? Sabemos que Harry tenía que estar involucrado para poder descubrir que él es también un horrocrux, pero no tiene por qué ser el único en estar al tanto. Sin duda la mayor experiencia mágica de la Orden podría ayudar. Habrá que achacar esto a la conveniencia del guión.

En todo caso, los intentos de Molly de impedir están destinados al fracaso, y ella seguramente lo sepa mejor que nadie, pero creerá que tiene que intentar lo que pueda para mantenerlos separados, aunque sea para sentirse mejor. Los preparativos de la boda ayudan, pero antes o después tienen que acabar, y el trío consigue un momento para hablar a solas.

Harry tiene preparada la charla, pero se encuentra con que sus amigos lo tenían previsto y le dan la charla a él, dejándole claro que saben a lo que se enfrentan y que piensan seguirle en su misión, y han realizado los preparativos necesarios. Especialmente las acciones de Hermione son devastadoras y tuvieron que ser muy duras para ella. La pobre... menos mal que está con Ron, que ha mejorado sus capacidades sociales.

Estoy sorprendido con Ron, que sin duda ha estado consolando a Hermione estos días y los dos han estado preparándose para plantarle cara a Harry y dejar clara su posición. El pelirrojo también está más atento a las emociones de Hermione y responde bien. Quizás tenga la ayuda de cierto libro...

Ron también ha hecho sus preparativos, que dan nombre al capítulo, pero en comparación con Hermione lo suyo no es tan potente, aunque no por ello menos ingenioso. Harry se ve obligado a aceptar que sus amigos están tan involucrados como él, así que se ponen a cavilar sobre los aspectos técnicos. Esto lleva a nuestro protagonista a darse cuenta de que falta algo crucial: no sabe cómo destruir los horrocruxes cuando los encuentre.

Como siempre, Hermione tiene la solución, pues consiguió algunos tomos que contaban detalles sobre los horrocruxes del despacho de Dumbledore tras su muerte (no dudo de que él sabía que eso iba a pasar y lo tuvo en cuenta). No dice exactamente qué pueden usar para la tarea, pero sí que debe ser algo tan destructivo que sobrepase el poder mágico del horrocrux. Ya es algo.

Harry debería darse cuenta de que no tiene nada que hacer sin sus amigos, y creo que hasta cierto punto lo sabe. Quizá el problema sea que piensa que sus amigos lo tendrían mejor sin él, y los problemas extra que causa su presencia para preparar la boda no lo desmienten.

A ver si se anima con su cumpleaños.

Observaciones y curiosidades:
  • En la traducción Harry dice que el Detector dejará de estar activo el día treinta, cuando debería decir el treinta y uno, el día de su cumpleaños, tal como hace en el original.
  • Efectivamente, la traducción de runas será importante para el viaje de Harry, Ron y Hermione.
  • Descendo viene del verbo latino del mismo nombre, que significa "descender", claro.
  • Efectivamente, Voldemort tenía preparada una trampa para Harry por si iba al Valle de Godric.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Capítulo 5: El guerrero caído

En el quinto capítulo de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, todos se reúnen después de la batalla. O casi todos.

La incertidumbre. El dolor de no saber lo que le ha pasado a un ser querido cuando una misión en principio rutinaria ha salido mal, el horario previsto no se ha cumplido, y lo único que se puede hacer es esperar, y rezar para que lo que llegue no sean malas noticias. Este capítulo es esto en estado puro.

Harry despierta en el salón de los Tonks, y su interés inmediato es saber de Hagrid. Está bien, afortunadamente, pues parece que el señor Tonks es bueno con los conjuros curativos. Lamentablemente, su situación les deja muy preocupados por su hija, y Harry y Hagrid tienen que irse antes de poder ofrecer demasiado consuelo. No es que tengan mucho que darles.

Cuando llegan a La Madriguera descubren que son los primeros en aparecer cuando según el plan deberían ser los terceros. La perspectiva es terrible, y no mejora cuando Lupin llega con George, al que Snape ha cortado una oreja (sin pretenderlo, tengo que decir).

Aunque es fácil usar las muertes como muestra de lo seria que es la situación, yo considero que los daños físicos y psicológicos también cuentan y mucho, y este es uno importante. Fred y George son los personajes cómicos, así que todo aquello que les haga perder la sonrisa es devastador. Lupin está afectado, sin duda.

El pobre hombre está pasando por mucho estrés, ya que se arrepiente de haberse casado con Tonks y se empeña en que no se merece ser feliz, por más que todos le digan lo contrario. Al ver a Harry actuar como su padre y ponerse en peligro por ello, tiene miedo de perderle como le perdió a él, y se enfada más de lo que debería. Lupin no está bien, y todo le va a explotar en la cara muy pronto.

Afortunadamente, todos van llegando sin demasiados problemas, aunque eso sólo rebaja un poco la tensión mientras esperan fuera a que lleguen todos. Pero eso nunca sucederá, pues Ojoloco ha sido el siguiente en caer.

El auror más fuerte, curtido en mil batallas, tenía que ser de los primeros en morir. Con él la Orden aún tenía a alguien que los dirigiera ahora que Dumbledore ya no está, una presencia imponente que daba confianza al resto. Ahora esa figura se ha perdido, y los otros miembros de la Orden tendrán que encontrar la confianza necesaria dentro de ellos mismos.

La pregunta que se hacen todos es cómo sabían los mortífagos que iban a trasladar a Harry esa noche; dado que no sabían lo de los siete Potter, Mundungus, que ideó el plan, está descartado, así que cualquiera de los otros podría ser el traidor. Harry, sin embargo, está seguro de que ninguno de ellos le traicionaría a sabiendas, y realmente es lo único de lo que está seguro ahora mismo. Es lo único que le queda.

La culpa le corroe: la realidad es que todos están haciendo esfuerzos para acomodar sus vidas a su situación, y aunque sabe que lo hacen encantados y él haría lo mismo por ellos, se siente horriblemente mal por ser la causa de tantos problemas, y en gran parte es su razón para querer emprender la búsqueda de los horrocruxes él solo, aun sabiendo que no tiene nada que hacer si no está con sus amigos.

Y para rematar, el encontronazo con Voldemort ha hecho que el villano rebaje sus defensas mentales, con lo que Harry vuelve a percibir sus emociones y a ver lo que él está viendo en momentos de estrés. Aunque sin duda será útil, esta situación puede llegar a ser muy peligrosa. Harry tendrá que averiguar cómo usarla en su beneficio.

Observaciones y curiosidades:
  • En el original, George bromea diciendo que se siente como un santo, jugando con sagrado (holy) agujereado (holey, de hole, "agujero").
  • Efectivamente, fue Mundungus quien propuso el plan, y Snape le indujo el plan mediante magia. Su idea era poder hacer de informante para los mortífagos mientras le daba a la Orden una salida para poder sobrevivir. 

lunes, 10 de septiembre de 2018

Capítulo 4: Los siete Potters

En el cuarto capítulo de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, la salida de Harry de su casa se convierte en una carrera frenética por la supervivencia.

Después de dos capítulos tranquilos y llenos de sentimientos, Rowling nos recuerda que estamos en guerra, y cualquier acción que cometas puede llevar a tus enemigos hacia ti. La salida de Harry de Privet Drive, que había sido cosa trivial hasta ahora, se convierte en un asunto complicado por la finalización del conjuro que les mantiene a salvo allí.

Moody traza un plan (con la aportación de Snape entre bastidores, que sabe lo que se les viene encima), un plan arriesgado y que pone en juego las vidas de muchos de los miembros más importantes de la Orden. Entiendo que Harry es una persona importante, y (casi) todos los que están allí quieren que esté a salvo, pero creo que había opciones menos arriesgadas.

De verdad, me estuve preguntando si no sería lógico que Harry se hubiera ido con los Dursley en el coche hasta una zona segura, y una vez allí coger un traslador o algo. Si los mortífagos no saben cuál es la casa no podrán saber en qué coche está incluso si suponen que viajará en coche (suponiendo que sepan lo que es), y puede ir con la capa invisible para que no se le vea. Me espero de los mortífagos que no tengan en cuenta esa posibilidad, pero Moody debería ser más avispado.

Aunque Harry está muy contento de ver de nuevo a todos sus amigos, se niega por completo a que se hagan pasar por él, y necesita que le convenzan. Esto lleva a una extraña escena en la que Ron, Hermione, Fred, George, Fleur y Mundungus toman la poción multijugos para transformarse en él, con divertidos resultados.

Todo cambia cuando despegan y se ven rodeados de mortífagos; la Orden no estaba preparada para un ataque a semejante escala y se ven obligados a separarse antes de tiempo, tratando de zafarse de sus respectivos perseguidores. Harry y Hagrid sufren de momentos muy tensos, pues la moto no aguanta estas embestidas, y la pobre Hedwig acaba muriendo durante la lucha.

Los trucos de la moto, aunque ingeniosos, no les dan demasiada ventaja, y uno de ellos suelta el sidecar, dejando a Harry más desprotegido, y para rematar la faena, los mortífagos descubren que es el verdadero y Voldemort les alcanza enseguida, demostrando la capacidad de volar por cuenta propia, como si no fuera ya bastante terrible de por sí.

Los siguientes momentos son de puro caos, con Harry y Hagrid haciendo lo posible por llegar a su destino antes de que Voldemort lance su ataque letal; Hagrid termina lanzándose de su moto para proteger a Harry, y este sólo consigue salvarse porque su varita actúa por su cuenta, justo a tiempo para entrar en la zona protegida.

El primer encuentro con Voldemort, y Harry sólo ha escapado por pura suerte. Ahora cabe preguntarse si todos han tenido la misma fortuna.

Observaciones y curiosidades:
  • Confringo viene de la palabra latina del mismo nombre, que significa "romper".
  • Los mortífagos descubrieron a Harry por el uso del conjuro expelliarmus, muy típico suyo.
  • Dumbledore teorizará que, cuando Voldemort intentó atacar a Harry directamente, su varita lo reconoció y le devolvió por su cuenta parte de la magia que había absorbido durante el priori incantatem. Fue tan enorme que la varita de Lucius no lo resistió.

jueves, 6 de septiembre de 2018

Familiares de magos

El corto texto de este mes trata sobre los familiares de los magos, un elemento clásico de la mitología mágica. ¿Hasta qué punto está introducido en el mundo Potter? Dejemos que Rowling nos lo cuente:

Pensamientos de J.K. Rowling

"El concepto de los "familiares" ha existido en el folclore británico durante muchos siglos. Los familiares son animales (algunos dirían que son espíritus con forma de animales) que sirven a una bruja de diversas formas, ya sea como sirvientes, mensajeros o incluso espías. Los testimonios históricos de la hechicería mencionan a los familiares; a estos animales se les han atribuido dones sobrenaturales, e incluso se ha creído que eran demonios (o incluso el mismo diablo) disfrazados.

Los familiares, en el sentido estricto de la palabra, no existen en el mundo de Harry Potter. Aunque los estudiantes de Hogwarts tienen permitido llevar consigo animales a la escuela, los gatos y las ratas que vemos allí son, en un sentido amplio, mascotas. Irónicamente, el animal que más actúa como un familiar tradicional es la Señora Norris, que pertenece al único habitante no mágico del castillo, Argus Filch. Es cierto que se envían lechuzas como mensajeras a lo largo de la serie, pero esto es en el contexto de un servicio postal muy organizado, no muy distinto al correo muggle mediante palomas."

martes, 4 de septiembre de 2018

Capítulo 3: La despedida de los Dursley

En el tercer capítulo de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Harry se prepara para despedirse de los Dursley para siempre, y todo resulta de lo más incómodo.

Los Dursley nunca han sido los personajes más profundos de la saga. Al principio cumplían el rol de los tutores que odian la magia y le ponen las cosas difíciles al protagonista, pero según Harry se iba haciendo mayor y maduraba quedaba claro que los Dursley no avanzaban, y cada vez se les prestaba menos atención.

Sabemos que Dudley ha cambiado después de lo que pasó con los dementores, pero Harry ha llegado al punto de ignorar completamente a su familia adoptiva este año y el anterior, así que no sabemos qué ha pasado exactamente en Privet Drive en ese tiempo. Al final, la taza de té que estaba pensada como una ofrenda de paz y acabó por ocasionarle un corte a Harry es una metáfora perfecta de todo esto.

Y ahora tienen que irse para su propia seguridad, y no parece que vayan a volver a verse, termine todo bien o mal. ¿Para qué iban a reunirse? La pregunta más incómoda de todas, tal y como se hacen tanto Vernon como su sobrino, es si a Harry le afectaría que les pasara algo. No hay respuesta sencilla para eso.

Para cuando llegan los miembros de la Orden a recogerlos, los Dursley ya han aceptado al fin que van a tener que marcharse, y que Harry es alguien más importante de lo que pensaban. Cada uno de los miembros de la familia se expresa de manera distinta.

Vernon, siempre desdeñoso de Harry y de todo lo que tenga que ver con él, ha aceptado las circunstancias muy a su pesar y, lejos de intentar disculparse o reconocer algo de culpa, trata de dejar las cosas de forma genérica con un apretón de manos, que podría llegar a considerarse como una muestra de respeto en el mejor de los casos. No podíamos esperar mucho más.

Dudley ha estado reuniendo las fuerzas para hablar con su primo y darle las gracias, pero no lo ha conseguido. Supongo que siente vergüenza, o que aún tiene miedo de la magia y de las posibles represalias que pueda tomar Harry si le da la oportunidad. Consigue romper su silencio para expresar algo positivo sobre él, que no es mucho pero que le hace pensar sobre si algo puede haber cambiado. Los dos se despiden también con un apretón de manos, pero esta vez sí parece que hay respeto mutuo. Los dos seguirán en contacto en el futuro.

Por su parte, Petunia no sabe qué hacer. Ha dedicado su vida a alejarse de toda la magia por el rencor y la envidia que ha sentido toda su vida, y aún así no ha sido capaz de dejarla atrás completamente. La presencia de Harry ha sido siempre un recordatorio constante de lo que no pudo ser, y por ello le trató mal. Petunia es consciente de esto, pero no encuentra las palabras para expresarse, por dolor, rencor, vergüenza, arrepentimiento y otras sensaciones contradictorias. Al final se marcha con una vaga despedida, quedando todo sin resolver para ella y para todos. A veces las cosas pasan de esta manera.

Y así, de forma incómoda e insatisfactoria, nos despedimos de los Dursley. No los echaremos de menos.