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martes, 7 de noviembre de 2017

Capítulo 38: Comienza la segunda guerra

En el último capítulo de Harry Potter y la Orden del Fénix, Harry pasa los últimos días del curso perdido y sin saber qué hacer ni cómo actuar, pero siempre tendrá a sus amigos a su lado para cuando lo descubra.

¿Cómo debería sentirse Harry en estos momentos? El lector, según sus experiencias personales, empatizará con él de una forma u otra y considerará que sus acciones son lógicas en su situación; otros creerán que debería ser más abierto con sus sentimientos, pues tiene gente a su alrededor que estará a su lado siempre. Yo, tras tantas lecturas y mis propias experiencias, no estoy seguro de qué postura adoptar.

Y la verdad es que Harry tampoco está seguro. Alterna entre querer estar entre amigos a querer estar solo, y entre la desesperación por no poder estar con Sirius nunca más y los esfuerzos por seguir adelante. Es comprensible, pero le hace errático e inestable durante todo el capítulo, por no hablar de que ha perdido toda sombra de contención y antagoniza a Malfoy y a Snape sin cortarse ni un pelo. Menos mal que es capaz de ser algo amable con Nick y Luna.

Ron y Hermione no hacen mucho. Los dos pasan convalecientes buena parte del capítulo, impidiendo que puedan acompañar a Harry en sus paseos de melancolía. Incluso cuando salen de la enfermería, no insisten en el tema, tratándole como siempre. Eso está bien, pero tendrán que hablar antes o después. Por otro lado, Hagrid intenta abordar el tema y Harry lo rechaza de plano, así que supongo que no hay una decisión buena en este asunto.

El día del banquete Harry se niega a asistir porque cree que Dumbledore hablará de Voldemort y de él (afrontémoslo, sin duda lo hizo, y se llevaría un pasmo al ver que no estaba en el comedor), y se queda en su dormitorio ordenando su baúl. Esto le lleva a encontrar el regalo que Sirius le dio antes de volver a Hogwarts al terminar las vacaciones de Navidad, el espejo de doble sentido.

Es una cruel ironía descubrir que Harry podría haberse comunicado fácilmente con su padrino cuando le necesitaba en Pascua y, sobre todo, en aquel día fatídico, impidiendo que el plan de Voldemort funcionara. Sin embargo él no se centra en eso. Al leer la nota de Sirius entra en su interior la posibilidad de hablar con él, incluso si está muerto. El espejo no le funciona, así que prueba otra cosa. Eso le lleva a Nick.

Nick Casi Decapitado nunca ha sido un personaje muy relevante, así que esta escena, en la que reflexiona sobre la muerte y lo que hay después, resulta muy profunda. Los fantasmas, concluye Nick, son sólo una forma cobarde de huir de la muerte, pero con el resultado de terminar en un limbo entre la vida y la muerte para toda la eternidad, sin posibilidad de arrepentirse y proseguir más allá. Aunque no conoce a Sirius tan profundamente como Harry, el fantasma de Gryffindor sabe que nunca haría eso. Él ha seguido adelante, y Harry debe hacer lo mismo.

En ese sentido Luna resulta de mucha ayuda. Ella perdió a su madre cuando era lo bastante mayor como para saber qué pasaba, así que puede conectar con él en estos momentos. Su simplicidad y alegría ante lo que aún tiene se contagian un poco a Harry, que realmente lo necesitaba. Su escena juntos es de las más fuertes de la saga.

Ahora Harry puede disfrutar de un placentero viaje de vuelta junto a sus amigos, más unidos que nunca, y al llegar a King´s Cross descubre que los miembros de la Orden han acudido a despedirse y a asegurarse de que no lo pase mal con los Dursley.

Suceda lo que suceda, Harry siempre tendrá a su lado gente a la que le importa y desea su bienestar, y lo sabe. Lo sabe en el fondo de su corazón.

Así terminamos con Harry Potter y la Orden del Fénix, 10 meses después del primer capítulo. La reseña de esta semana ha venido más tarde por temas personales, y, para tener tiempo de hacerlo todo bien la reseña de la película será en dos semanas, el día 20 de noviembre. La semana siguiente será la reseña de la exposición de Harry Potter si todo va bien (os recuerdo que comienza el 18 de noviembre), así que las reseñas de El misterio del príncipe comenzarán el 4 de diciembre. ¡No os perdáis nada!

Observaciones y curiosidades:
  • En el original, no se dice que Peeves le había quitado al bastón a la profesora McGonagall para golpear con él a Umbridge, sino que se lo había pedido prestado.
  • Aunque Harry rompe el espejo al lanzarlo contra el baúl, los fragmentos se quedarán allí y Harry cogerá uno para llevarse consigo en Las reliquias de la muerte, que le será de gran ayuda.
  • En la traducción, se omite una línea de Nick después de decirle a Harry que no es el único que llega tarde al banquete, diciendo que es tarde para él en un sentido totalmente distinto al de Harry. Esto es porque late ("tarde" en inglés) también puede significar "fallecido". Probablemente se quitó por la imposibilidad de traducir el juego de palabras. 
  • En la traducción también omiten una frase de Luna cuando habla del velo, que dice: "En aquella sala con el arco. Es sólo que se ocultaban de la vista. Tú los oíste".
  • Hay que notar que Tonks y Lupin están uno al lado del otro en la recepción de Harry y los otros.

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