Como es de esperar, la ausencia de Hagrid y de Dumbledore se siente con fuerza en Hogwarts, y ni la llegada del verano puede alegrar los fríos ánimos de la gente. Harry y Ron se encuentran en otro punto muerto: están seguros de que el guardabosques no es el culpable y por tanto aún deben encontrar al Heredero de Slytherin, pero la única pista que tienen es la indicación de seguir a las arañas, cosa que a Ron evidentemente no le hace ninguna gracia.
Después de un bonito momento en el que Harry y Ernie hacen las paces, solidificando su amistad para los siguientes libros, al fin ven a las arañas dirigirse al Bosque Prohibido, acto que abre todo un nuevo libro de problemas para los chicos. Después de tener que soportar una vez más las memeces de Lockhart se deciden a ir al bosque esa noche.
Tengo que decir que admiro el valor de Ron y su fidelidad a sus amigos. Ron está claramente aterrado con la mera mención de acercarse a arañas normales, y si Harry le ha contado lo que vio del monstruo de Hagrid en el recuerdo sabe que en el bosque puede haber algo aún más aterrador. Pues aún así acompaña a Harry, porque no va a dejar que su miedo le impida hacer lo que pueda para ayudar a sus amigos. Es encantador.
Y desde luego, la escena del bosque es de puro terror. Yo no tengo miedo a las arañas y me lo hubiera hecho encima en esa situación. Si ya en el anterior libro la expedición en el Bosque Prohibido fue aterradora, ahora, sin Hagrid y fuera del camino, lo es aún más. La aparición inesperada del Ford Anglia de los Weasley sólo calma un momento los ánimos antes del verdadero pánico.
Cuando los llevan hasta Aragog, la mascota de Hagrid en la escuela y que ahora es (más) enorme y ha tenido muchas crías, Harry es capaz de mantener la suficiente sangre fría para interrogarle sobre lo que quiere saber. Aragog confirma que ni Hagrid es el Heredero de Slytherin ni él el monstruo de la Cámara, y sabe qué criatura es dicho monstruo pero la teme demasiado como para decir siquiera su nombre, así que no da muchas respuestas en ese sentido.
Cuando parece que han llegado a un acuerdo con Aragog (que nunca ha atacado a un humano a pesar de sus instintos en deferencia a Hagrid, algo loable en su especie), resulta que no tiene los mismos escrúpulos con los amigos de este y con dejar que sus hijos ataquen a humanos (menos loable). Todo parece perdido, pero el Ford Anglia llega al rescate, un poco deux ex machina, pero tampoco había muchas más opciones.
Una vez a salvo, Ron se lamenta de haberse jugado la vida para no haber averiguado nada que no supieran ya (está bien saber seguro que Hagrid era inocente, pero ya creían que lo era), pero Harry reflexiona y se da cuenta de que Aragog les ha contado una cosa que no sabían: que encontraron el cadáver de la chica fallecida en un baño. Con esa información, Harry llega a la conclusión de que Myrtle la Llorona podría haber sido esa chica en vida. ¿Será ésta la pista definitiva?
Observaciones y curiosidades:
- En el original Harry nota que las arañas parecen estar formando una línea recta, como si intentasen formar un camino.
- En la traducción se dice que Snape acompaña a los chicos desde la clase de Herbología hasta la de Defensa contra las Artes Oscuras. En el original es Sprout quien lo hace, cosa más lógica.
- Creo que este es el primer capítulo en el que aparece el conjuro lumos, que crea una luz en la punta de la varita. Lumos viene de la palabra latina lumen, que significa luz.
- En la traducción, cuando Harry le dice a Ron que no hable porque le puede oír lo que quiera que esté entre los árboles (el coche del padre de Ron) Ron le dice que es él quien lo ha oído. En el original dice que lo que haya ahí fuera más que oírle a él va a oír a Fang.
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