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lunes, 31 de julio de 2017

Capítulo 24: Oclumancia

En el capítulo 24 de Harry Potter y la Orden del Fénix, el retorno de Harry a Hogwarts se torna aún más negro al enterarse de que tendrá que dar clases particulares nada menos que con Snape.

Pasa la Navidad y se acerca la hora de volver a Hogwarts, y al igual que le pasaba antes de las vacaciones, Harry se encuentra con que no tiene motivos para alegrarse de volver de nuevo al castillo. Y lo que sucede el ultimo día no le ayuda en absoluto.

Se encuentra con que Dumbledore le ha pedido a Snape que le enseñe oclumancia, en un intento de evitar que la conexión entre él y Voldemort se haga demasiado fuerte. Harry aprecia el gesto, pues demuestra que el director sabe lo que necesita, pero seleccionar a Snape para la tarea parece demostrar todo lo contrario, la verdad.

No es difícil suponer lo que piensa Dumbledore: aparte de él mismo, que tiene imposible acercarse a Harry por el momento, Snape es la persona más capacitada en oclumancia en la Orden, y es conveniente por ser su profesor, para disfrazar las sesiones de clases particulares. Además, albergaba la vana esperanza de que pudieran dejar atrás su enemistad mutua al conocerse mejor. Es demasiado optimista.

La cuestión es que están metidos en una situación que no les gusta a ninguno, y cada uno la afronta como puede, incluyendo Sirius. Harry se resigna y trata de sacar partido para pillar información, y Snape también se resigna y adopta un aire de profesionalidad que mantiene dejando soltar algún comentario sardónico de vez en cuando para desfogarse.

Sirius, sin embargo, no quiere conformarse, y su frustración y un intento de aprovechar para defender a Harry en lo que puede estalla en una pelea con Snape en la que ambos tienen su parte de culpa. No llega a nada, pero Sirius termina el capítulo preocupado por lo que pueda pasar y enfadado por no poder intervenir ni siquiera en la vida de su ahijado. Son malos sentimientos para quedarse rumiándolos.

De vuelta en Hogwarts al día siguiente, Harry consigue una cita con Cho el día de San Valentín, pero, lejos de ser un gran momento, es la prueba fehaciente de que no son capaces de comunicarse. Ya hablaré del asunto en la próxima reseña.

En la primera clase de oclumancia, Snape le da a un repaso rápido a Harry sobre en qué consiste y cómo le va a servir. Harry aprovecha para obtener respuestas, pero le cuesta tratar al profesor con respeto, y a su vez este sigue tratándole de idiota todo el tiempo.

La parte práctica no va mucho mejor, porque Snape no explica lo que está haciendo y Harry no está seguro de cómo responder, y le da rabia que el profesor esté viendo sus recuerdos, traduciéndose en preguntas con tono impertinente, que enfadan a Snape y prosiguen el ciclo.

Todo termina cuando Harry revisa su recuerdo de pasar por la puerta del Departamento de Misterios con Arthur de camino a su vista, haciéndole comprender que es la puerta con la que ha estado soñando desde el verano. Snape lo niega, pero sus evasivas le convencen de que allí es donde está el arma.

Pero aún hay una consecuencia más de la clase: someter a la mente de Harry a tal estrés la ha debilitado, y recibe una gran sensación de alegría de Voldemort. ¿Qué le habrá puesto tan contento?

Esta semana empieza agosto, así que publicaré el texto de Pottermore de rigor. Esta semana será sobre el Autobús Noctámbulo. ¡Nos vemos!

Observaciones y curiosidades:
  • La carta que tiene Sirius en la mesa durante la reunión con Snape nunca ha sido explicada, y es objeto de mucha especulación, desde una carta de Dumbledore para explicarle la situación a la carta de Lily que Harry se encontrará en su habitación en Las Reliquias de la Muerte
  • Dos errores de traducción debidos a entender mal palabras: el primero es traducir obscure por "oscuro" al hablar de la oclumancia, cuando obscure significa "poco conocido", en el sentido de que no es una rama de la magia que emplee mucha gente, pero no es magia oscura.
  • En el segundo caso, al decir Snape que Harry en público estará dando remedial potions no significa que dará clases de pociones curativas, como parece indicar la palabra remedial, que en realidad significa "refuerzo" en el sentido de clases de refuerzo.
  • El paquete que le entrega Sirius a Harry es un espejo que les hubiera permitido comunicarse y resolver muchos problemas, pero que él no abrirá, por miedo a instar a su padrino a salir de la casa y que olvidará hasta que ya es demasiado tarde. La de horas que pasaría Sirius pensando que Harry hablaría con él... 
  • El conjuro legeremens (legilimens en inglés) proviene de las palabras latinas legere (leer) y mens (mente). 

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