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lunes, 9 de noviembre de 2015

Capítulo 18: La recompensa de Dobby

En el capítulo final de La cámara secreta, la historia da sus últimos coletazos antes de cerrarse, y todos se despiden hasta el año próximo.

Harry, Ron, Ginny, Lockhart y Fawkes llegan al despacho de la profesora McGonagall, en el que están reunidos ella, Dumbledore y los señores Weasley. Después de un emotivo recibimiento, Harry procede a explicar lo que ha sucedido durante el curso, un poco tarde ya, pero bueno.

En perspectiva, queda claro que Dumbledore sabe mucho más de lo que dice, y habla con cautela con el fin de dar solamente la información necesaria para que Ginny no reciba culpa de lo sucedido; revela que Ryddle se convirtió en Voldemort, y que el diario es cosa suya, pero nada más. Es un buen detalle, porque Ginny ya estaba lo bastante traumatizada de por sí.

Cuando Harry y Dumbledore se quedan solos, el director también es consciente de que Harry está preocupado por sus similitudes con Ryddle, pero no puede decirle sin más que Voldemort se dejó parte de su alma en él cuando le atacó. Cuidando de nuevo sus palabras, le cuenta que le pasó parte de sus poderes aquella noche, y le asegura que esas habilidades adquiridas no han de condicionarle si no quiere.

Esa es una de mis lecciones favoritas de Dumbledore: lo que te define no es lo que se te da mejor o peor ni lo que heredas o adquieres de otros, sino las elecciones que tomas en la vida. Dumbledore tuvo que aprender esta lección de joven, y Harry también hará uso de ella en momentos difíciles de su futuro.

Una vez resueltas las dudas de Harry, Lucius aparece para averiguar por qué su plan ha fracasado, acompañado de Dobby. No está claro si Dumbledore sospecha que fue Lucius quien le pasó el diario a Ginny (como mínimo sabe que se aprovechó de la situación para echarle de la escuela), pero Harry ata cabos y lo deja bien claro. Aunque no hay forma de demostrar su culpa en lo sucedido, al menos le echan del consejo escolar por amenazar a los otros miembros, además de lo que ocurre a continuación.

En todo un alarde de genialidad, Harry improvisa un plan para engañar a Lucius y hacer que libere a Dobby sin darse cuenta. Con esto la derrota del Malfoy padre es completa, y nuestro elfo doméstico favorito por fin alcanza la libertad con la que tanto soñaba. Es curioso como otros elfos tratan el recibir una prenda como lo peor posible mientras que Dobby anhela conseguirla, pero teniendo en cuenta el trato que recibe, no resulta tan extraño.

Y así, muy rápidamente (quizá demasiado), todos celebran el fin de los ataques y la baja de Lockhart, Hagrid vuelve de Azkaban, Hermione y los otros petrificados se recuperan, Gryffindor gana otra vez la Copa de las Casas, termina el curso y todos vuelven a casa felices y contentos. Podríamos haber tenido alguna escena más con Hermione, que ha estado varios capítulos ausente (se nota mucho con esto de ir semana a semana), pero es verdad que argumentalmente no hay mucho más que decir.

Y con esto termina otro año. La cámara secreta posiblemente sea el libro menos valorado de los siete, ya que es similar al primero en su estructura y su resolución es bastante confusa al principio, pero abre muchas puertas a tramas que se resuelven más adelante y presenta a buenos personajes como Dobby o Myrtle. En general sigue siendo una buena lectura.

Ahora que ya hemos terminado con el análisis de La cámara secreta, toca analizar la adaptación cinematográfica, que se hará el próximo lunes. Después habrá un descanso de una semana hasta el primer capítulo de El prisionero de Azkaban, cuya reseña será el 30 de noviembre. ¡No os lo perdáis!

Observaciones y curiosidades:
  • En el original, cuando Dumbledore afirma que no se ha causado ningún daño irreversible, se lo está diciendo a Ginny para tranquilizarla; en la traducción parece que se lo dice a Ron. 
  • En el original, cuando Dumbledore se dirige a Lockhart, él no mira para ver quién le habla, sino que mira detrás de él porque no sabe a quién se está dirigiendo Dumbledore.
  • La traducción omite un párrafo entero, situado justo cuando Lucius y Dobby entran en el despacho. Este párrafo responde a la pregunta de por qué Dobby acompaña a Lucius en esta visita. Dice así:
"El elfo llevaba un trapo manchado con el que estaba intentando terminar de limpiar los zapatos del señor Malfoy. Aparentemente el señor Malfoy había salido con mucha prisa, porque no sólo tenía los zapatos a medio limpiar, sino que su habitualmente arreglado cabello estaba despeinado. Ignorando al elfo meciéndose entre disculpas por sus rodillas, fijó sus fríos ojos en Dumbledore".
  • En el original, cuando Dumbledore advierte a Lucius de que no deje en Hogwarts más objetos de Ryddle, no le amenaza con que Arthur se los devolverá, sino con que demostrará que provienen de Lucius.
  • Menos mal que Dobby no cumplió la promesa que le hizo a Harry de no volver a salvarle la vida. Menos mal. Aunque por otro lado...
  • En principio es guay que anulen los exámenes, pero ¿qué pasa con los que se gradúan ese año, o los que hacen sus TIMO? Son exámenes muy importantes como para pasarlos por alto.
  • En el original, cuando a Fred se le caen los libros por oír que Percy tiene novia, se menciona que caen sobre la cabeza de George.
  • En el original, cuando Harry le da a Ron y Hermione su número de teléfono, le explica específicamente a Ron lo que es, no a los dos como parece en la traducción, puesto que Hermione lo sabe de sobra.

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